Nuevamente, aquí estoy.

Yo se que con estas ausencias tan prolongadas ustedes pueden pensar que mi chamaco ya vino a este mundo, pero no, todavía falta un poco más de un mes, claro si es que Dios y mi bebo así lo desean.

He estado muy ocupadita, no he podido actualizar esta madre. Además, casi siempre aprovechaba quince minutos después de mi hora de salida para postear, pero cómo ya no estoy manejando, ahora mi maridito viene por mí puntualmente a las 5:30 p.m. Aunado a eso, mi vida social ha aumentado de manera proporcional a mi barriga. Tuve cuatro bodas en tres fines de semana; la de mi amiguito César el 30 de abril, la de Ofi el amigo de Pollo el 6 de mayo, y por fin este sábado fueron las últimas dos. La primera de ellas de Karen, ex-compañera de trabajo de Ford y la segunda de Mario, un amigo de Pollito.

Cabe destacar que para los cuatro eventos utilice el mismo ajuar facilitado por mi madre, ya no estoy loca cómo para gastar 800 lanas mínimo para un vestido que sólo iba a utilizar en cuatro ocasiones.

Pues bien, este fin de semana fue un poco ajetreado. No pude avisarles que el viernes fue cumple de Abril mi sobrina y para festejarlo, mi hermana le organizó un desayuno el sábado por la mañana. Así que desde las 7 andaba en pie barriendo el patio y limpiando las porquerías de la Mika, que por cierto, se salió de la casa aprovechando la puerta de servicio abierta, y la torpeza de una servidora. Minutos más tarde, el Pollo fue en su rescate. El desayuno estuvo rico, y ya cómo a las 2:00 p.m. nos fuimos a la casa, comimos una arrachera very good que compró el Pollo y que en la misma carnicería nos asaron (a la arrachera, no a nosotros).

Después de un "sueño húmedo" y no precisamente por erótico, sino por el fuerte calor que hacía, nos dispusimos a ponernos very guapos para los compromisos. Fuimos a misa y luego a la recepción de la primera boda. En dicha recepción, llena de lujo y refinamiento realizada en el patio del San Francisco Country Club, fuimos olímpicamente bateados e ignorados, no por la novia, quién fue a saludarnos y a presentarnos al marido, pero uno comprende que en esas ocasiones, no se le puede dar atención personalizada a la bola de gorrones. Cuando llegamos me encontré con una mesa medio llena de ex-compañeros de Ford a quienes saludé. Estaban cuatro lugares vacíos y les pregunté si estaban ocupados, y empezaron a dudar y a decirme Esteeeee..... Mmmmmmmmhhhhhhh..... No.... Sí, ahorita viene mi galán..... ¡Chinguen a su madre! de todos los monos sentados en esa mesa, sólo era de mi agrado una persona así que no era de mi interés convivir con los otros güeyes. Tuve todo el deseo de aventarles un dedo, pero mi educación pudo más y me quedé con las ganas. Nos fuimos a otra mesa que estaba sola, apenas nos sentamos y unas tías que estaban en la mesa de al lado nos dijeron que esa mesa estaba ocupada. No lo pude evitar, puse mi carota y nos cambiamos de mesa. El único que no nos ignoró fue el mesero, que hasta eso nos dió muy buena atención y nos estuvo llevando whisky a mi marido y agüita mineral a mí. Cenamos muy rico y Pollo y yo nos divertimos. Estoy segura de que cuando los amigos y familiares de los novios vean las fotos en las que salimos y el video se preguntarán ¿Quienes son esos dos? ¡Quién sabe! La música durante la cena estuvo chidísima, un cuarteto de violines entonó varios tangos me gustó mucho la "Balada para un loco" y sólo faltó el de "Por una cabeza" para cerrar la noche.

Hicimos la graciosa huída y nos fuimos a la boda de Mario, el amigo de Pollo en la vecina metrópolis de Aldama, capital de los balnearios. Nada que ver en cuanto a glamour pero tampoco en atención. Pollo se encontró a un amigo del novio que ha visto menos de cinco veces pero quién amablemente nos ofreció dos lugares en su mesa. Aunque yo ya andaba un poco cansada, también me la pasé muy chido con mi viejo en el chal. La boda se realizó en un salonzote que me supongo que ha de ser de usos múltiples porque la banda estaba no en un templete cómo en la mayoría de los salones de fiestas, sino en una especie de foro teatral que estaba en el fondo del lugar. Las mesas rectangulares acomodadas alrededor de un espacio improvisado cómo pista de baile tenían pastelitos que la gente degustaba con singular alegría. A las 2:00 de la mañana nos dispusimos a regresar y me quedé dormida en el camino.

Llegamos a la casa y mal me acosté cuando ya me había quedado dormida. Eso sí, mi bebé a las 7:00 a.m. empezó a patear con singular alegría pero igual me volví a quedar dormida hasta las 11:00 a.m. Me levanté para ir a buscar un rico menudito para la desvelada, para quienes no lo saben el "Menudo" es un caldo preparado con grano de maíz cocido y un tipo de carne de res denominado "pancita" proveniente de uno de los tantos estómagos de la vaca. Este guiso, es un magnífico auxiliar en casos de resaca por alcohol o por falta de sueño. Lo que no entiendo es precisamente, si es un alimento ideal para desvelados ¿por qué se acaba todo el menudo antes de las 11 de la mañana? batallé un buen para encontrar un lugar en dónde aún tuvieran el tan preciado manjar pero lo encontré y le di rienda suelta a mi antojo.

Así pues amigos, por fin salí de esta racha de intensa actividad social nocturna y espero el próximo fin descansar en mi casita, a gusto.

Un saludo a todos los que son nacos cómo yo y que ven "La Academia" domingo a domingo. ¡Arriba Yuridia! ¡Fuera Jolette! ¡Duro Lola con las críticas!