El pasado martes, recibí una llamada de mi ex-trabajo con la ex-Diputada. Me pidieron mi valiosa cola...boración para ayudar a empacar chingadera y media que tienen en la oficina: lanita extra. El Miércoles me juí a la República Independiente de Juárez (Ya ven, con eso de que los "juaritos" se sienten un estado aparte) a recoger la visa de mi cachorro, que por cierto, sale divino en la foto. Cruce el Río Grande, pero no nadando, sino caminando. Mi carnalilla y yo fuimos a comprar algunas cosillas para nuestros críos. Le traje a mi duende dos pañaleros con cuello de tortuga, un par de pantaloneras, un conjunto deportivo muy chido, tres playeras, un sweater modelo "César Costa", seis pares de calcetines, y unos tenis de "Spiderman" que prenden al caminar. Yo me compré una blusita muy simpática y algunas chacharitas para el cantón. El pobre Pollo no corrió con la misma suerte, me pidió un panta de mezclilla que no conseguí pues no había su talla ¿Quién lo manda a estar tan flaco?
El jueves tuve que ir por pañales para mi crío, encontré unos nuevos pañales con empaque por demás vanguardista, muy metálico y de oferta. Decidí probarlos ya que mi cachorro usa "Huggies" que no son muy baratos que digamos, así que si hay una alternativa de mandar el dinero literalmente a la basura que nos salga menos cara, pues qué mejor. Además en la compra de los pañales me regalaron un shampoo Mennen. Compré un galón de leche también, mismo que pagué con los puntos de mi "Tarjeta del Aprecio" de Soriana. Cuando estaba en la caja, estaba un señor formado adelante de mi con hartos, hartos botes de anticongelante. El cajero le preguntó que si traía tarjeta de puntos, el mono respondió que no. Tons yo ni tarda ni perezosa le pedí que me los cediera a mí, lo cuál acepto gustoso. Llegué muy contenta a la casa con mi racha de buena suerte y mis 1,000 puntos en mi "Tarjeta del Aprecio".
Ayer, ayer fue otro cantar. Fuimos al mismo centro comercial para ahorrarnos por más de una semana la leche, que dicho sea de paso, mi nene ingiere en mayúsculas cantidades. Llevábamos un galonsote y el Pollo me dijo "Llévate otro". Pos ahí va la Rana por el otro galón. Luego fuimos a comprar un jabón de baño para el crío. No encontré el Johnson's de Lavanda. Le tuve que llevar el Dove Baby.
Cuando estábamos en la caja, adelante de nosotros estaba un ruca llevando harta ropa de invierno. La cajera le indicó el monto y muy segura sacó su tarjeta, la cuál no pasó. En mi interior pensé: "Qué vergüenza que te pase eso". Tocó mi turno y muy segura le dije, eso lo pago con los puntos de mi tarjeta. ¡Oh sorpresa! La promoción de la leche por puntos ya no estaba vigente. Con mucha pena tuve que dejar mis dos galonsotes de leche y pagar $8 por el jabón. Ahí voy con mi pinche jaboncito. ¡La vida es una rueda de la fortuna! Y ahora esto. Si quería darme celos, lo logró el perro.
3 comentarios:
Podrías cobrar con todos los comerciales que hiciste en tu post. Así se mejoraría la racha. Aunque lo de Orlando Bloom, ni cómo arreglarlo.
Me recordaste a mi anecdota de la "Conchichis", deberias a haber cobrado por tanto comercial.
Ranita, nosea ingrata, menos de 10 pesos le cuesta la hora en el cibercafe ( de esos que hay en cada esquina) pa que no nos tenga abandonados
besuqet alcachorro!
Güeeeeey, avisa!!!
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