miércoles, noviembre 12, 2014

Para variarle un poco.

Entre tanta efervescencia, coraje, animosidad sobre los tristemente conocidos acontecimientos de los normalistas de Ayotzinapa, ya sean estas emociones auténticas de aquellos que siempre muestran su compromiso con las causas sociales, u oportunista de esos que creen que son requetebuenos ciudadanos por que publican en sus muros de facebook enlaces de Carmen Aristégui referentes a la casa de la Gaviota y el Presidente pero que igual dan mordida, tiran basura y se roban la señal del wifi del vecino, esto es una bocanada de aire fresco.

Amo a Eldeforma.com...

sábado, septiembre 13, 2014

Bitácora de viaje.

Quiero en este día tan especial hacer un pequeño ejercicio.  Voy a imaginarme que yo, soy parte de la tripulación de un barco que zarpó sin una ruta definida y sin un tiempo límite para llegar a su destino.  La única condición es buscar la manera de que el viaje sea lo más largo posible siempre y cuando, éste resulte placentero pues de lo contrario, la travesía se podrá terminar en cualquier momento buscando un puerto seguro.  Una de mis funciones es la de escribir un reporte de las incidencias que se pudieran presentar a lo largo del trayecto; dificultades, situaciones inesperadas, experiencias agradables.  Aquí dejo la bitácora de mi viaje.

Hoy, 13 de septiembre pero de hace once años, inicié un recorrido que siempre quise realizar y encontré al compañero ideal para hacerlo.  No habría un sólo capitán, ambos aportaríamos lo mejor de cada uno para lograr cumplir el propósito del viaje.  Así, nos subimos en nuestra embarcación y empezamos a navegar.  Apenas avanzábamos en nuestro camino cuando una terrible tormenta nos embistió con una furia brutal, pero nuestro barco era nuevo y ese suceso demostró que era fuerte y que no sería fácil hundirlo.  Nos probó que el acero con el que estaba construído y los remaches que lo sujetaban, eran sólidos y dificilmente destructibles.

Seguimos con nuestro andar con un mar en calma.  Algunos pequeños inconvenientes, una que otra lluvia ligera pero nada que representara un peligro para nuestra embarcación.  Un buen día, nos llegó una magnífica noticia; un nuevo miembro se uniría a la tripulación y dos años y medio después arrivó uno más.  Ambos perfectos y maravillosos.

El viaje cumplía con su cometido, era una travesía placentera y feliz sin embargo una nueva tormenta nos azotó.  De sorpresa, supimos que llegaría alguien más a unirse a nuestro equipo, pero así de repentino e inesperado como fue el aviso de su llegada, asi por alguna circunstancia se fue de nuestras vidas.  Sólo Dios sabe lo mucho que nos dolió su partida, no lo conocimos, no tuvimos el tiempo de hacerlo pero estoy segura que hubiera sido igual de valioso, importante y querido cómo lo han sido nuestros otros dos compañeros de viaje.

Contemplábamos el paisaje, nos embelesábamos con él, estábamos tan absortos en nuestro recorrido que no advertimos que más adelante nos encontraríamos con una enorme nube negra y espesa que descargó toda su ira sobre nuestra embarcación.  Un huracán, una pérdida de quien forjó con amor y delicadeza parte de la estructura de nuestro barco.  Fueron días difíciles, fue complicado superar la partida.  Aún así, a veces con pesar proseguimos con el viaje.

Hubo días nublados, otros donde tímidamente asomaba el sol por el horizonte y cuando creímos que ya había pasado lo peor,  el mar comenzó a levantar tremendas olas que estuvieron a punto de partir en mil pedazos ese navío que parecía ser tan fuerte y tan resistente que ni la peor tormenta podría hundirlo.  Un leviatán nos embistió con gran fuerza, tanta que estuvo a punto de acabar con nuestro viaje con un sólo golpe.  Todo el camino recorrido, todo lo bueno, todo lo malo, fortalezas y debilidades parecían diluírse en un océano revuelto y alborotado por una bestia con gran poder destructor, pero poco a poco el agua fue recuperando su tranquilidad para demostrarnos, una vez más que nuestra nave era sólida, resistente, fuerte.

Después de este ataque no fue fácil, algunas veces alguien quiso bajar del barco, había dudas sobre si íbamos en la dirección correcta, si juntos podríamos continuar con la travesía, si éramos los compañeros indicados para seguir en este viaje.  Aunque fue difícil, aunque a veces parecía que retrocedíamos en lugar de avanzar nos dimos cuenta de que éramos los indicados para dirigir esa nave, juntos y de la mano.

Este día quiero decir que estoy convencida de que el viaje aunque no ha sido tranquilo, ha sido maravilloso.  Que aunque no hemos navegado en todo momento con un clima perfecto, hemos contado con las condiciones necesarias para probar la fortaleza y la estabilidad de nuestra nave,  pero sobre todo,  que no pude escoger mejor compañero para emprender esta travesía que empezó hace exactamente once años y que espero,  nos lleve muchos años mas ¡FELIZ ANIVERSARIO!  Te amo con toda el alma.

Picture taken a long,  long (and a lot of pounds) ago.
 


miércoles, agosto 27, 2014

Mientras el cuerpo aguante.

Cualquier padre de familia que tenga hijos estudiando el nivel educativo que sea, sabe que por lo general, la segunda y tercera semanas de clases son utilizadas por las autoridades para saturarnos con juntas.  Sí, esas reuniones de padres de familia en dónde se elige a la mesa directiva que durante los próximos diez meses, tendrá que soportar mentadas de madre y acusaciones de desvío de recursos de algún que otro padre rijoso o en las juntas que preparan las maestras de cada grupo para dar a conocer su forma de trabajo y algunos pormenores y en las que no falta la doñita que hace la misma pregunta que la docente acaba de responder haciendo que la mencionada reunión se prolongue más tiempo del necesario.

Hoy acudí puntualmente a la segunda de tres juntas que tengo esta semana.  Mi segundo vástago ya ha dejado de ser un niño de kínder y ahora es todo un alumno de primaria.  La verdad llegué a la escuela con mucho entusiasmo porque la maestra que se hará cargo del grupo en el que está mi crío, es vieja conocida y además es realmente una GRAN profesora.  Entre los puntos que se iban a tratar en la reunión era la elección de la Representante y Tesorera del grupo.  Para ser sincera, a mí me encanta andar de mitotera siempre en todos esos bretes, pero en esta ocasión estaba dudosa por la cantidad de actividades que tengo que realizar en mi vida cotidiana, y agregar otra responsabilidad más complicaría más mi rutina.

Sin embargo, la maestra solicitó mi apoyo y la verdad yo no pude rechazar su petición ¿cómo negarse con alguien que ha demostrado compromiso, entrega y amor por su trabajo?  Supe que a mi Pollo no le iba a agradar mucho, sobre todo porque estos últimos meses han sido demasiado densos y complicados, pero pensé que me voy a echar encima este tipo de responsabilidades mientras el cuerpo aguante.

¿Por qué tanto masoquismo? No es masoquismo, simplemente que creo que estoy en el momento de hacer aquello que desee y pueda, aquello que traiga un beneficio o una satisfacción para los seres que yo amo y por eso puedo decir que...

Mientras el cuerpo aguante, voy a seguir levantándome cada mañana aunque física, emocional y mentalmente no quiera hacerlo, aunque mis ánimos anden por el suelo, aunque no pueda acabar con la fuente de mi pena y mi angustia, aunque trate de poner una buena cara al mal tiempo y este, me golpee de frente en las narices.

Voy a preparar el desayuno cómo cada mañana, con el mismo amor y empeño con el que lo he hecho desde que empecé a trabajar con mi familia.  Voy a llamar a mis hijos una, dos, tres ¡diez veces! para que se levanten a bañar hasta que me hagan caso.  Voy a despedir a mi amadísimo esposo con un beso y un "¡Qué guapo te ves!" porque después de casi once años de casados, me sigue pareciendo hermoso.  Voy a bendecir a mis hijos, darles un beso y decirles que los amo y sentirme orgullosa de ver cuánto han crecido mientras cruzan la puerta con sus pesadas mochilas en la espalda.

Voy a hacer ejercicio, porque sé que es la mejor manera de sentirme bien, porque me ayuda a luchar contra la hipertensión, contra la depresión y contra los kilos de más, aunque a veces, el combate no sea de igual a igual.  Voy a disfrutar de cada baño, de las gotas de agua caliente cayendo sobre mi cabeza, del aroma del shampoo, de la espuma del jabón, de repasar mi agenda del día mientras me tallo el cuerpo.

Voy a escoger mi ropa más bonita aunque al ponérmela me de cuenta que muchas veces se ve mejor colgada que en mi humanidad, aunque termine dejando lo que había escogido porque no me gusta la imagen que me devuelve el espejo, aunque elija volver a usar el pantalón y la blusa que ya había utilizado la semana anterior porque cubren todos mis defectos.

Voy a peinarme y a maquillarme simplemente porque me encanta hacerlo, porque disfruto moldear lo único que no me disgusta de mi persona: la cabellera y porque me encantan las posibilidades de mezclar diferentes colores en mi rostro, y aún con un calor que me garantiza que a la media hora, la mitad de mi maquillaje caerá en gotas de espeso sudor, voy a seguir haciéndolo porque es una actividad que me calma y me relaja.

Voy a ir por mi hermano para llevarlo a su terapia, para traerlo a mi casa o simplemente, para estar con él.  Para tratar de dibujar una sonrisa en su rostro, para ayudarlo a cargar su pena, para buscar una solución, para tratar de encontrar un alternativa, para ilusionarme con su recuperación, para mirar a través del verde de sus ojos, para tratar de adivinar sus pensamientos, para que sepa que estoy ahí y sobre todo, que lo amo.

Voy a limpiar mi casa, voy a sentarme a contemplar mi obra, voy a cerrar los ojos y percibir el aroma a limpio.  Voy a lavar, a doblar ropa, a planchar, a sacar de la lavadora la misma playera de fútbol que utilizó mi hijo la semana pasada, la antepasada y hace más de quince días porque es su favorita.

Voy a ayudar a mis dos cachorros en sus tareas, a responder sus dudas, a recortar una palabra, a investigar un término, a volver a repasar ese tema que en mis épocas de estudiante no entendí por más que lo intenté y que ahora, me vuelve a dar dolores de cabeza.  Voy a leer un cuento por las noches, a acariciar la frente de mis hijos y a bendecir sus sueños.

Voy a acostarme al lado del amor de mi vida, a compartir una plática con él, a quitarme el día de encima y aunque el cansancio sea mucho, voy a hacer el amor con él cómo si fuera la última vez porque son pocos los momentos que tenemos el uno para el otro y esos instantes, son sólo nuestros.

Voy a correr, a ajetrearme, a enojarme porque el tiempo no me alcanza, a ir de un lado a otro, a decir que estoy cansada, a disfrutar de mi novela, a compartir un cafecito con mis amigas, a platicar y llorar con mis hermanas, a darme cuenta de la falta que me hacen mis padres, a volver a la escuela aunque sea a aprender a maquillar y peinar.  Voy a seguir intentando ser feliz, a seguir amando, a ver a mis hijos crecer.  Voy a reír, a acostarme, a soñar aunque sea despierta, a planear, a imaginar, a pensar en mis errores.

Voy a hacer todo lo que pueda mientras el cuerpo aguante, porque llegará el día en que el cuerpo ya no aguante más y entonces, entonces estaré satisfecha con los recuerdos.

P.D. Jajajajaja, inolvidable esta escena de la película "¿Qué te ha dado esa mujer?"  Algo así es mi vida en este momento.

jueves, agosto 21, 2014

Memoria olfativa.

Cuando estudiaba la carrera en una facultad que se caracterizaba, en ese entonces, por contar con una plantilla de docentes "multitask", llevé la materia de Psicología con tres maestras diferentes en el mismo semestre.

La primera de ellas era una filósofa que estaba un poco loca y que dejó la chamba aventada cómo chacha por irse a estudiar un posgrado a Francia, lo que en ese entonces me molestó mucho, pero ahora que lo veo en retrospectiva pienso que si hubiera estado en su lugar y hubiera tenido que elegir entre atender a un montón de jóvenes apáticos y disfuncionales (aún así, éramos rete simpáticos) o continuar mi preparación en uno de los países del primer mundo y con algunas de las mejores opciones académicas, hubiera hecho exactamente lo mismo.

La segunda maestra tomó el "relevo" y creo que no duró ni un mes porque no soportó nuestra peculiar dinámica grupal por las características citadas con anterioridad.  Curiosamente, ella sí era Psicóloga y aún así, no tuvo nada de aguante ¡Uy! ¡qué delicada!

Por último llegó la definitiva, una maestra que era algo así cómo el "bateador emergente" de nuestra escuela.  Lo mismo daba clases de Estética que de Sociología, aunque nunca supe cuál era su profesión.  Al respecto un buen amigo bromeaba diciendo que un día iba a llegar al inicio del ciclo escolar expresando: "Pues yo no se nada de Física Cuántica, pero juntos vamos a aprender".  Ella fue la única que nos soportó y de alguna u otra forma, nos impartió los conocimientos en materia de psicología.

Uno de los temas que se tocaron en esta asignatura fue el de la memoria, y el texto que utilizamos en el curso hacía mención de que nuestros recuerdos están relacionados con los cinco sentidos que tenemos los seres humanos.  Uno de los tipos de memoria que puede llevarnos a volver a sentir de manera vívida alguna experiencia, es la olfativa.

Y ¿a poco no? cuando percibimos cierto aroma recordamos perfectamente; aquella panadería a la que nos mandaban por la cena cuando éramos niños, la loción que utilizaba papá, la comida que preparaba mamá, el incienso de la capilla escolar, los libros de texto nuevos.

Hoy tuve cómo cada año una "regresión" a mi infancia.  Mis hijos recibieron los libros que entrega el gobierno para la educación primaria e increiblemente, confieso que desde que mi "huesito" entró a primer grado espero con ansias la entrega de libros de texto y a partir de este año y durante los próximos tres, lo haré por partida doble.

Me fascina hojearlos, mirar sus dibujos, leer algunos párrafos, analizar los contenidos que van a repasar a lo largo del curso, sentir sus páginas, mirar sus portadas y sobre todo olerlos.

Este día tuve nuevamente la oportunidad de tomarme diez minutos en el remolino de obligaciones que es mi vida para echar un vistazo a los nuevos libros de mis hijos.  Las portadas son tan diferentes y no se diga su contenido y sus ilustraciones amén de que antes sólo llevábamos cinco ejemplares y ahora ya hasta perdí la cuenta.  No son iguales a los que yo utilizaba cuando era niña.  Pero su aroma, ese olor a papel y tinta que no tiene ningún otro libro, ese permanece.

Así, mientras abría las primeras páginas del libro de Historia de cuarto grado me remonté a mi infancia, a las escuelas que me recibieron para abrir mi pensamiento.  Recordé mi mochila Samsonite roja con negro que parecía más bien una maleta.  En esa época cuál ergonomía y a mi tierna edad tenía que cargar sendo mochilón para subir y bajar las escaleras que llevaban a mi salón, aunque a la hora de la salída muchos optábamos por dejarlas caer desde el primer piso hasta la planta baja, en el mejor de los casos, deslizándolas por la escalera; eso hasta que mi mamá me sorprendió llevando a cabo esta práctica y me prohibió TERMINANTEMENTE volverlo a hacer.

También me acordé del oscuro salón de segundo grado y de su titular, una religiosa que distaba mucho de la imagen de monja amorosa y piadosa ¡no hombre! era bastante cabrona.  Cada viernes nos encargaba de tarea escribir el Himno Nacional Mexicano que revisaba invariablemente al siguiente día hábil.  Mi madre santa y bella tuvo a bien en hacerme escribir TOOOOODO el himno con sus diez estrofas y el coro, si incluído aquello que no se canta cómo lo de:

¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡Guerra, guerra! Los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.


Por cierto, al siguiente lunes la maestra le dijo que no era necesario que transcribiera todo el himno, sólo aquellas estrofas que se cantan en las ceremonias cívicas y el coro.

Cómo olvidar también el colegio de monjas; las misas cada viernes primero, los rosarios vivientes, el enorme patio, los salones perfectamente ordenados, las manualidades que hacíamos para el día de las madres y del padre, los festivales tan coloridos que organizaba la escuela, las tortas de frijoles con chilito curtido y queso desmoronado que eran simplemente DELICIOSAS, las maestras Esperanza y Maggi, el olor del diesel de los camiones del transporte que anunciaban que la hora de salida estaba cercana.

Y también recuerdo con cariño, la humilde escuelita que me dio acogida recién llegada del D.F. y en dónde entendí que fuera de mi terruño, ser chilango era peor que ser delicuente, al menos en esa época pero que a cambio me brindó la oportunidad de conocer a  dos de las mejores maestras que he tenido en mi trayectoria escolar.

¡Qué increíble! tantas memorias con sólo hojear unas cuantas páginas de un libro, no cabe duda que "Recordar es volver a vivir" o mejor dicho "Olfatear es regresar el tiempo, justo ahí".







P.D. Me tomé el atrevimiento de tomar esta imagen de un blog que está chidísimo, recomendable leerlo para recordar la infancia en la escuela.


lunes, julio 28, 2014

En el cuarto piso.

Pues llegué a los cuarenta y aunque dicen, dicen que los cuarenta son los nuevos treinta en realidad pienso que quíen acuñó esta frase, de plano sufría alguna especie de desorden metabólico o genético que le impedía crecer.

Me dispuse a buscar fotos que ilustraran este post.  Gogleé "mujeres de cuarenta" y esto fue lo que salió.




 Pues no, nada que ver conmigo.  Pero bueno, mi estilo de vida es muy diferente al de Halle Berry o Catherine Zeta Jones, o las otras dos mujeres que definitivamente son modelos.  Así que me dispuse a buscar: mujeres de cuarenta reales.  Y el resultado fue el siguiente:




No pues si ese es el modelo de "cuarentona real", entonces soy de un planeta diferente.  Y puede ser cierto, la mayoría de mis amigas sí encajan en algún patron de estos por lo que, luego entonces yo soy la rara o el fenómeno.

Y es que aunque nunca me ha importado la edad, pues cada una de las etapas de mi vida las he vivido plenamente y he aprendido de los errores que he cometido, de los aciertos que he tenido, de las experiencias positivas y de los descalabros, la serie de vivencias por las que he pasado en los últimos dos años me hicieron replantearme la forma en la que me he conducido todo este tiempo y de las expectativas que tenía sobre mi existencia.

Quería llegar de otra manera a mis primeras cuatro décadas, un poco menos lastimera por así decirlo.  Aunque suene superficial (cosa que yo no soy) deseaba llegar a los cuarenta sin esta panza tan espantosa que me cuelga por delante.  Si bien es producto de haber traido vida y tener la bendición de dos hijos a los que amo, no me siento feliz por tener esta especie de mandil de carne aguado, celulítico, estríado y sobre todo, prominente.  Muchas personas me han criticado, regañado o incluso se han enojado conmigo porque no tengo el menor recato en manifestar la repulsión que tengo por esta barrigota.  Yo sólo quisiera saber si ellos o ellas todas las mañanas tienen que verse al espejo y observar algo tan espantoso, algo que no cabe en su ropa y que fuera de ella se vería fatal.  Esconderla, aplastarla o moldearla es una tarea titánica que resulta imposible mostrando una imagen de mí que me desagrada por completo.  Dicen que debo aceptarme tal cual soy, pero eso es fácil decirlo para quien tiene una apariencia agradable, me encantaría que estuvieran en mis zapatos o mejor dicho, en mi panza un día, un solo día a ver si cómo roncan duermen.

También, me hubiera encantado llegar con una actividad remunerada, propia o a través de un empleo, algo que me diera seguridad para poder cubrir mis necesidades sin presión o sin angustia, pero sabemos que la mayoría de las oportunidades se le dan a mujeres jóvenes de buen ver y  volvemos al punto anterior, ni joven y mucho menos de buen ver.  Y ¿a dónde se van mi capacidad, experiencia, aptitudes, habilidades y todo lo que soy en un mundo en el que eso vale un pepino porque se venera la juventud y la belleza? Si alguien sabe en qué los puedo utilizar, que me lo diga.

Y por último, para finalizar con esta breve lista, emocionalmente no estoy en mi mejor momento.  Me han pasado muchas cosas en estos últimos meses; la muerte de mi mamá, los problemas de pareja, la enfermedad de mi hermano, no han abonado en absoluto a mi bienestar y me han hecho pasar la que por mucho es la peor etapa de mi vida en este aspecto.  Tengo días buenos y malos, y a veces veo este lapso cómo un período gris y desolado. He llegado a pensar que esto no tiene para cuando terminar pero trato de ponerle corazón y entusiasmo a mi vida porque si no, se que todo se va a ir para el carajo.

Sin embargo y a pesar de esta lista de "quejas amargas", mis cuarenta también me han dado muchas razones para sentirme feliz.  El amor de las personas que me rodean, desde mi círculo más íntimo: mi adorado esposo y mis amados hijos, pasando por mis hermanos, mis sobrinos, mis parientes de lejos, la familia política que es para mí simplemente mi familia, hasta mis amigos: aquellos con los que convivo con mayor frecuencia por formar parte de mi rutina o esos con los que puse distancia de manera involuntaria pero que me demostraron que aún soy parte de su vida y que me tienen en sus afectos.  Todos y cada uno de ellos son plena y absolutamente correspondidos y con sus muestras de amor me dan fuerzas para seguir adelante, para valorar lo maravillosa que es mi vida independientemente de los aspectos que me pudieran resultar molestos o incluso, insoportables.

Trataré de que todo lo que amarga mi existencia me incomode cada día menos, sobre todo aquellas cosas que por lo pronto no puedo cambiar.  Sé que es cuestión de actitud y a pesar de que no me siento cómoda voy a tratar de modificar mi percepción de la realidad y ver las cosas con otra óptica.

Estoy en el cuarto piso de mi vida y aunque de entrada, no me guste lo que veo aquí, con optimismo poco a poco puede que me adapte y hasta incluso, le agarre cariño a lo que suceda en esta etapa.  Después de todo, de eso se trata la vida, de tomarle el gusto a lo bueno y a lo malo ¡ah, pero eso sí! en cuanto tenga dinero, me opero para quitarme esta pinche panzota que repudio con todas mis fuerzas, espero que pueda algún día.


viernes, junio 27, 2014

A negociar... AL TIANGUIS.

Hace semanas que no escribo en mi blog, no había tenido reflexiones lo suficientemente relevantes o no se habían presentado acontecimientos tan importantes que fueran dignos de ser plasmados aquí, salvo por el noveno aniversario del nacimiento de mi primogénito, pero preferí no escribir al respecto porque me doy cuenta de que siempre expreso lo mismo así que opté por mejor decírselo de viva voz a mi Chuy.

Sin embargo estos días por fín se está dando en nuestra bella capital del estado de Chihuahua, el debate en el congreso local para modificar el Código Civil vigente en nuestra entidad con el que se permitirían las sociedades de convivencia que los medios de comunicación denominan para efectos prácticos cómo "matrimonios gay".

Seguramente no nos habríamos dado cuenta de ello a no ser porque alzó la voz una diputada del Partido Acción Nacional de nombre Maru Campos, acostumbrada a dar la nota por su afán de protagonismo. Y ¿por qué digo esto último? porque le encanta salir a cuadro atacando o defiendo, (depende de lo que sea conveniente para su imagen) por supuesto, siempre que sea en público y quede de manifiesto el "buen trabajo" que realiza cómo una servidora preocupada por su gente, aunque cuando fue diputada federal su oficina de enlace sieeeeempre estaba cerrada.

Para muestra, las apariciones que hizo con sus compañeros de partido criticando al sistema de transporte "Vivebús" poniendo sellos de clausura en las terminales o cuando encampañada para ocupar el puesto en el que ahora está, tuvo la ocurrencia de inaugurar el Hospital Infantil de Especialidades, así con mucha pompa y circunstancia, medios de comunicación y creo que lo único que le faltó fue poner edecán de buena pierna.  Este acto lo hizo, porque según Maru Campos, el gobernador del estado se estaba "parando el cuello" de la obra mencionada siendo que fue gracias a la gestión que ella realizó cuando fue diputada federal que se obtuvieron los recursos para construir esta obra.  Me pregunto yo: ¿Qué no se supone que ese era su trabajo y para eso le pagamos? En fin...

Para no darle más vueltas al asunto resulta que Campos declaró a los medios a propósito de la aprobación de las uniones entre personas del mismo sexo que "no aceptará la discusión en torno a las sociedades de convivencia, pues lo más importante para el PAN es la familia y sus valores."

Me parece que su declaración es por demás desafortunada.  ¿Qué no se supone que ella debe velar por el bienestar de los ciudadanos? ¿qué no es la obligación de un diputado el buscar igualdad de condiciones para todos los miembros de la sociedad? ¿por qué confundir cuestiones morales con cuestiones civiles? ¿por qué se dice que aceptar la unión entre personas del mismo sexo, atenta contra la familia?

Los homosexuales son personas, no son alienígenas ni engendros, son seres humanos que comen, beben, estudian, trabajan, rien, lloran, sufren, gozan, caminan, corren, aman, odian... VIVEN.  Aportan a la sociedad, son buenos hijos y buenos amigos.  Se puede charlar con ellos, te hacen reír y te pueden hacer enojar.  Para acabar pronto, son iguales a nosotros con la única diferencia de que no se sienten atraídos por el sexo opuesto  ¿y esto los hace ciudadanos de segunda? ¿por ello están condenados a no poder formar una familia con la persona que aman? ¿por ser gays no pueden ser buenos padres y criar buenos seres humanos? ¿no tienen la libertad, o más aún, el derecho de asegurar y proteger a sus seres amados cómo las familias tradicionales?

Entendamos pues que más allá de nuestras creencias morales o religiosas o de que pensemos que la familia es hombre+mujer+hijos o de que los valores para formar a un buen ser humano sólo se pueden recibir a través de la unión de dos personas de sexos diferentes (aunque todo ello a mi me parece que está una reverenda pendejada).  Los homosexuales son seres humanos, ciudadanos que tienen el mismo derecho y libertad de unirse, formar una familia y hacer lo mismo que hacemos los heterosexuales.  Los valores no tienen nada que ver con la preferencia sexual y tan es así que honestidad, amor, responsabilidad, lealtad, disciplina, compromiso pueden aplicarse tanto al género masculino cómo al femenino.

Pero a esta representante popular le parece que en este punto, no hay manera de negociar porque es "aberrante".  Debería entender que esto, las sociedades de convivencia es algo que a mí me parecer, no tendría que estar sujeto ni siquiera al escrutinio de un grupo de ciudadanos a los que les pagamos para que cuiden nuestro bienestar.  Deberían ser únicamente gestores, facilitadores para otorgar un derecho de igualdad a todos los miembros de la sociedad.

Y ahí sale ella como acostumbra, haciendo circo y dando la nota.  Qué criterio tan corto argumentar que las parejas de homosexuales adoptan o conciben hijos con la finalidad de abusar de ellos física y sexualmente.  Esto no es cuestión de género o mejor dicho de preferencia, obedece a una perversión que puede sufrir un heterosexual, joven, viejo, casado o soltero.  Si la tuviera enfrente le preguntaría cuántos casos conoce de niños que sufren de las constantes y sistemáticas violaciones por parte de la pareja de su madre o peor aún, de su propio padre.  O si ha escuchado información sobre menores que son juguete sexual de un sacerdote o un pastor y cuántas veces ha escuchado que un matrimonio de personas del mismo sexo abusan de su hijo o hija.  Entonces ¿qué es lo realmente aberrante?

Me gustaría verla haciendo un espectáculo menos patético, involucrándose con homosexuales, viendo cómo es su vida, lo que piensan, lo que sienten, lo que son.  Conociendo a sus padres y hermanos, a sus parejas.  Viendo cómo se desenvuelven en el trabajo, cómo son personas que aportan a nuestra sociedad, incluso mucho más a que los representantes que elegimos para que busquen mejores condiciones de vida e igualdad para TOOOOOOODOS LOS CIUDADANOS, no para andar haciendo un show circense peor que el de una carpa de barrio.

Por favor, esto no es una cuestión de religión o de moral, es una cuestión de derecho y por eso, no debe estar sujeto a negociación y menos, a un jaloneo con fines políticos y de imagen de nuestros servidores.






P.D. Por si no se entiende: "El matrimonio es un derecho humano, no un privilegio heterosexual". 

martes, junio 10, 2014

Un oasis de alegría.

Si me dijeran que escogiera el nombre de una película para representar las vivencias y emociones que han acontecido en mi vida en los últmos meses, sería "La tormenta perfecta".

Si recordamos en esa cinta, varios factores se juntan para formar un fenómeno climatológico de dimensiones desastrozas, cuestiones científicas que yo no entiendo mucho pero que provocan un desmadre mayúsculo.

Pues algo así ha pasado en mi cotidianeidad.  Muchas emociones, rencores, angustias, carencias, tristezas, problemas, culpas y situaciones; nuevos y añejos, propios y ajenos se han conjuntado y han hecho el "caldo de cultivo" perfecto para provocar estragos en mi ánimo y en mi espíritu.  Antes, sólo lo guardaba para mí pero de un tiempo a la fecha ha hecho crisis de tal manera que ya todos lo notan, en fin.

De cualquier forma, no quiero externarlo porque nadie me va a dar el consuelo que necesita mi alma, digo y tampoco me van a entender.  Sólo Dios me comprenderá y de él me aferro para superar esto que tengo confianza que sea pasajero, aunque alguien me haya dicho que todo esto lo hace Dios para que me acerque a él... mmmm, bueno.  Difiero mucho, y aunque esto fue manifestado con la mejor de las intenciones no lo creo y tengo mis argumentos sin embargo, cómo este post no se refiere a mis creencias, lo dejaremos para una mejor ocasión.

Pues hoy, después de seis meses pude vivir hasta cierto punto un día "normal".  Y sí, este día también recibí la magnífica noticia de que mi "huesito" cómo llamo cariñosamente a mi primogénito, fue seleccionado para el muestreo académico de la escuela en el que los maestros eligen a los cuatro mejores promedios de cada salón para aplicarles una prueba y medir así su rendimiento académico.

Nunca he pensado que la capacidad se pueda medir por una calificación, sin embargo la forma en la que la maestra eligió al cuarto participante me demostró una vez más, algo que una profesora maravillosa que tuvo mi chaparro en el kínder, me dijo sobre él para describir su carácter: ES UN GUERRERO.

Pues bien, cómo había varios niños empatados en cuarto lugar de aprovechamiento, la maestra aplicó un examen sorpresa para evaluar a los chamacos y Chuy fue el que obtuvo mejor calificación.  Eso me dice que mi niño hermoso, está preparado, que ha aprendido correctamente los conocimientos que le han transmitido, que es un niño inteligente y que saca la casta en el momento indicado.  Pero también me dejó un aprendizaje a mí, me demostró que no he hecho las cosas tan mal cómo yo creía y que estoy cosechando lo que he sembrado.

Y es que a veces pienso que soy juzgada por lo malo que he hecho, por un error que cometí en el pasado a causa de una mezcla de inseguridad y vanidad y que todo lo bueno que pudiera tener, se va al caño porque a final de cuentas, lo que importa y lo que más pesa, es lo negativo, las fallas, los momentos de debilidad.  Al carajo con el apoyo, el amor, la fortaleza y todas las cualidades que pudiera llegar a tener, y lo siento de tal manera que he llegado al punto de dudar de mi valía.

Pero hoy mi niño me ha brindado una inesperada fuente de alegría, algo que no sabía que pasaría y que me alienta y me demuestra que no todo es malo en mi vida en este momento, que puedo alegrarme porque he tenido aciertos y sobre todo, que algo vale de todo este cúmulo de errores, desaciertos y defectos.

Claro, no dejo de lado el magnífico trabajo que también mi hombre ha realizado en esto que nos encomendó Dios cuando nos prestó a los hijos.  Pero hablo de los sentimientos propios, de este tortuoso peregrinar en el desierto que han sido estos meses para mí, y que gracias a estos momentos, siento que la vida me da tregua.  Es cómo un pequeño oasis de alegría, en dónde puedo descansar, tomar un respiro, recuperar fuerzas y seguir este camino tan difícil que no se cuanto tiempo más tenga que andar.

Espero que en el futuro, hayan más "oasis" en el trayecto de lo contrario, no garantizo que mi espíritu soporte mucho.

P.D. Y hablando de cosas buenas y bálsamos espirituales, me encontré con la obra de una monita que se llama Iris Scott y que usa los dedos para pintar en lugar de brochas.  En lo particular me encantó esta pintura.






miércoles, mayo 07, 2014

Nostalgias.

Y no de escuchar su risa loca, y sentir junto a mi boca cómo un fuego su respiración.  De hecho esa clase de nostalgia creo que jamás la he sentido.

Estos últimos días he extrañado un montón de cosas que ya no están en mi vida.  Algunas de ellas tengo la plena seguridad que ya no volverán y me es más fácil acostumbrarme o mejor dicho, aprender a vivir sin ellas.  Pero hay otras que me tienen con la incertidumbre de si en algún momento formarán parte de mi existencia otra vez y eso, la pinche incertidumbre es lo peor que hay en la vida.

Y es que eso de no saber qué es lo que va a ocurrir es horrible.  El no lo se, tal vez, a lo mejor, puede ser, es un madrazo al estómago, así, seco e inesperado.

Y ¿qué extraño?  Pues tantas cosas que de repente se me olvidan.  Puedo empezar diciendo que extraño mi vida, lo que solía ser.  Mi rutina que amaba y que aún amo pero que a veces siento que todo lo que me rodea, me impide disfrutarla al igual que lo hacía hace tiempo.

Extraño los desayunitos con mis amigas, improvisados o no.  De nuestra terapia acompañada de un café, un burrito, un sandwich o aquello que la anfitriona en turno ofreciera o mejor dicho, tuviera en su refri o su alacena.

Extraño el teatro, la música, el escenario.  Extraño los ensayos y conformar un proyecto desde lo más básico, ver cristalizada una idea, un libreto y formar parte de ello.  Extraño esa angustia "sabrosa" que iba creciendo conforme se daban las llamadas y que culminaba una vez pisada la duela.  Ahí valían la pena los desvelos, los sacrificios y las penas.  Era magia pura.

Extraño vivir sin angustia, sin temor, sin penas.  No que mi vida fuera perfecta, tenía problemas de esos cotidianos y que forman el día a día.  Los hijos, los "issues" por cuestiones económicas que esos ahí estarán siempre pero, antes los veía en su justa dimensión.

Extraño el hecho de saber que mis seres amados tenían su vida, claro con los conflictos propios de la cotidianidad pero con salud y proyectos y sobre todo, con los deseos de salir adelante.

Extraño mi chispa, mi alegría, mis ocurrencias, mis ganas de reír y de hacer reír a los demás.  Extraño lo que era, ya no soy ni la sombra de lo que solía ser.  Extraño sentirme valiosa, importante y necesaria.  De sentirme capaz de tomar una decisión, de ver el lado positivo de las cosas, de querer abrir los ojos por la mañana, de desear salir con mi amigos.  De ser y vivir plena.  Extraño no darle mil vueltas en la cabeza al mismo pensamiento.  Extraño acostarme a ver la televisión, despreocupada y a gusto.

Extraño amar sin miedo, sin dolor y sin temor.  De tener la certidumbre de caminar en la misma dirección,   De conocer sus pensamientos y sus sentimientos.  Extraño sentirme capaz de hacer feliz a quién amo con toda mi humanidad, de tener la certeza de que soy capaz despertar el amor en ese ser maravilloso que me ha dado múltiples razones para creer, dos de ellas caminan, hablan,juegan, corren, y hacen que quiera vivir cada día y llegar a vieja.

Extraño la libertad, ir y venir sin miedo.  Extraño poder expresar lo que siento, llorar sin molestar a alguien.  Extraño vivir sin esta maldita culpa, extraño vivir sin ese error que me persigue y que no se si algún día me lo podré perdonar.  Extraño TODO lo que solía ser, y si no me bastara con todo esto, extraño a mi mamá.

Extraño su palabra amable, su consejo sabio, su amada presencia, su paz, su mirada,  su risa, su llamada matutina, su compañía, su halago, su fortaleza que era en gran medida, parte de la mía.

Pero ella ya no va a estar al mi lado nunca más, al menos en el plano físico y por ello tengo que aprender a vivir con su ausencia.  Pero lo otro, eso no se si algún día estará presente de nuevo en mi vida, sólo Dios, el destino, el cosmos o lo que sea, saben lo que me depara.

Mientras tanto, sigo con esa nostalgia clavada en el pecho y que puedo sacar cuando estoy sola.



sábado, abril 12, 2014

viernes, marzo 28, 2014

Volver a la realidad.

Ayer fue una velada padrísima, de esas que te dejan con ganas de más aunque sabes que te tienes que ir porque ya es un poco tarde y el cuerpo no es tan fuerte y mucho menos, tan joven para aguantar una desvelada mas alla de la 1 de la mañana luego de una semana sumamente ajetreada y que cierra con emociones no muy agradables.

Risas, baile, más risas, "recorte de personal", temas un poco más serios, desahogo de alguna que otra pena o problema, los hijos e hijas con sus ocurrencias, las escuelas y las personas vinculadas a ellas con todos sus bemoles pero que son parte de nuestra vida cotidiana y que sin ellas, la rutina no seria la misma.  Al final, todas las asistentes "echadas" como reses en el sillón.

Yo no platique mucho sobre mis penas, sobre eso que llena de dolor a mi alma.  He aprendido luego de tanto madrazo emocional que llorar no es bueno, no al menos delante de las personas.   Ser una "llorona" resulta no ser algo muy deseable, así que mejor no abro mi corazón, no platico lo que me aflige porque invariablemente acabaré soltando las lágrimas y cómo dije anteriormente, esto no es aceptado.  Peor aún, nadie entiende mis sentimientos.  En cambio, en los escasos momentos que tengo a solas lloro, platico conmigo misma aquello que no cuento a nadie y lloro a gusto.  No hay quién me critique, estamos mi llanto, mi dolor y yo y entre nosotros no hay juicios ni críticas y nos entendemos a la perfección.  Cuando estoy con alguien más que no sea yo, platico un poco, sólo hasta dónde se que las lágrimas no correrán por mis ojos, y anoche eso mismo ocurrió.

Sinceramente, al principio no queria ir.  Quería acostarme y dejar que el sueño acallara esta tristeza tan profunda que hay en mi ser.  Quería que la angustia se durmiera junto conmigo.  Estuve a punto de poner algún pretexto o simplemente, hacer "mutis" cómo lo he hecho en algunas reuniones a las que he sido invitada en el último año y medio y a las que no he asistido porque simplemente, no me siento con ánimo y no las disfruto cómo antes.

Finalmente si fui, después de todo con estas grandes amigas paso momentos muy agradables.  Ellas no me juzgan, ni juzgan mis decisiones, ni critican mi forma de llevar la vida.  Con ellas, puedo ser otra vez la misma persona que solía ser hace tiempo.

Llegué relativamente temprano, al menos fui la segunda invitada.  Entre deliciosas botanas y tequila (ellas, yo con mi juguito de arándano y agua mineral por aquello de mi hipertensión) fluyó la plática ya con el resto de las convidadas a la reunión.  Así poco a poco fui olvidando la pena que me incomodaba o mejor dicho, que no me deja vivir en paz.  Comencé a reír, mucho.  De esas carcajadas que hasta te dejan agotada y pude olvidarme un poco de mis problemas y preocupaciones.  Fue buena mi decisión de ir en lugar de quedarme dormida para poder olvidar mi tristeza. Me salí de mi realidad unas horas gracias a la comida, la bebida, la agradable compañía y las risas. Llegué a casa muy feliz, cansada pero muy feliz.

Dormí placenteramente y me despertó la alarma a la misma hora de siempre con la diferencia de que ahora no me tendría que levantar por los críos no irían a la escuela ni tendría que hacer algo fuera de casa.  Sin embargo y aunque me pude quedar acostada, mi cabeza empezó a dar vueltas y vueltas, otra vez de vuelta a la realidad.

De nuevo ahí están el pesar, las preocupaciones, las angustias, los temores, las tristezas, las ganas de salir corriendo, de dejar un poco de lado mi pena aunque sea un ratito, así cómo la hice anoche.


martes, marzo 11, 2014

Mamá cuervo a mucha honra.

Pues sí, soy una mamá cuervo ¿y quién no lo es?  Todas las mujeres que conozco a las que Dios les ha dado la fortuna de ser madres, muestran sin recato el orgullo que sienten por sus hijos. 

Y es que, en cierta forma somos como un artista que se esmera en la creación de su obra cumbre, y conforme observa el progreso de la misma se queda maravillado, se detiene a corregir algún detalle o incluso tiene que dar marcha atrás porque se da cuenta de que no va tomando la forma que él desea, para finalmente, sentarse a contemplar plenamente satisfecho el producto de su esfuerzo. 

Hoy me detuve a escuchar a mi hijo Gael en un instante en el que la pesada carga de obligaciones y responsabilidades me permitieron tomar un respiro.  Me platicaba sobre Mozart y de que su maestra les puso en clase música de este gran compositor "mira mamá, esta canción está bien chida.  Tan, tan, tan, tan, tararará." me decía mientras con sus manitas, imitaba el movimiento que hacen los pianistas al tocar las teclas de ese hermoso instrumento.  Me sorprendíó su memoria y su sentido del ritmo, no tuve que pensar mucho para saber a cuál pieza se refería: "Vamos a ponerla en YouTube" le dije "pero no recuerdo el nombre" a lo que pronto él respondió: "Rondo alla turca"  ¡Guau! tengo un pequeño genio de 6 años que habla de música de los grandes maestros, pues hace no más de dos semanas me hablaba de Antonio Vivaldi y el "Invierno" de "Las Cuatro Estaciones".  Ya sabe leer y escribir, conoce todo acerca de los dinosaurios.  Le encanta investigar y su pasatiempo es bombardear a cualquier adulto que lo permita, con preguntas sobre cualquier cosa que le interese.  Es capaz de crear un centro recreativo con unas ollas y algunos utensilios, o una espada y escudo de gladiador con una pala de cocina y la tapa del bote de la ropa sucia.  Es un ávido buscador de información, quiere saber todo sobre todo y lo más sorprendente, lo aprende con una facilidad increíble ¿Qué podía yo esperar si cuando nació, lo primero que noté fue que tenía sus ojos bien abiertos? quizá para devorar con la vista todas aquellas maravillas que le ofrecía el mundo como regalo de bienvenida.

Por otro lado, mi primogénito, mi Chuy se ha tomado tiempo para todo: para nacer, para hablar, para socializar, para comprender.  Con él las prisas no funcionan, si no, que le pregunten al Pollo en las mañanas cuando se prepara para ir a la escuela.  Es un poco distraído, quizá alguna secuela de su problema de lenguaje y de su Déficit de Atención.  Hay que hablarle una, dos, tres... cuatro o hasta cinco veces y de igual manera, hay que explicarle todo con detalle y detenimiento para que en su interior, vaya procesando su pensamiento, ya sea un problema de matemáticas, una regla ortográfica o una característica de las mezclas homogéneas, pero una vez que lo comprende, ya no lo olvida nunca más.  Me gusta platicar con él sobre los primeros habitantes de América, de los territorios que vendió Santa Ana a los norteamericanos, del procedimiento para hacer una división o de los goles que metió en el partido del día.  Adoro su pasión por el fútbol y su gusto por el baile.  Me sorprende cuando tiene que escribir un cuento de su autoría porque no me cabe en la cabeza cómo es posible que en un cuerpo tan pequeño y delicado quepa tanta creatividad e imaginación.  Es sumamente sensible, una de las características que heredó de mí.  No me agrada mucho haberle legado la capacidad de sentir exponencialmente porque se que va a sufrir por ello, pero, qué puedo hacer... ¡condenado Mendel!

Y es así que en medio de la rutina, de las carreras, de las preocupaciones, de las labores de la casa, de las obligaciones de hermana, esposa y madre, la avalancha de responsabilidades me da una oportunidad de reflexionar sobre estos maravillosos cachorros que Dios me encomendó.

Y al igual que el artista, en las noches cuando ya están plácidamente dormidos los observo pasmada por la belleza y la perfección de esta obra que empecé a crear junto con mi polluelo hace casi 9 años.  Estos dos pequeños seres humanos son mi mayor obra de arte, se que no la he terminado pero está en proceso, en un proceso lleno de aprendizaje, retos, alegrías, tristezas, angustias, fracasos, satisfacciones, emociones pero sobre todo, de mucho amor.

Soy Ana, soy mamá cuervo y estoy muy orgullosa de ello.




viernes, febrero 14, 2014

El efecto contrario.

Cuando yo era joven y moza soñaba con convertirme en comentarista deportiva y ser la primera fémina en México en dedicarse al menester de la crónica de deportes.  Me quería ir a estudiar a Génova, Italia la Licenciatura en Fútbol de la que salías capacitado para narrar partidos de balompié y para hacer comentarios sobre esta disciplina.  Incluso, hasta estuve tomando clases de italiano con una monjita canossiana que a lo mejor no me enseñó más allá de los pronombres, un poco sobre los verbos y unas pinceladas de vocabulario pero que me maravillaba con las historias que me contaba sobre los pueblos enclavados en los alpes, o de las situaciones que se vivían en algunas zonas del país a consecuencia de la violencia, provocada por la mafia siciliana o de la vida cotidiana en Italia.

Finalmente cuando empecé a trabajar, mi carrera me empezó a llevar por otros caminos de los que me enamoré de tal forma que se me olvidó ese "sueño" de narrar un partido de fut México-Italia en un mundial.  También me enamoré de un flaquito, cabezón y de lentes que hizo que mis ambiciones se borraran por completo y no porque él me lo pidiera, sino porque me dí cuenta de que del "corner", del "penaltie", del "fuera de juego", del "gol" en incluso, de la entrevista en el vestidor con Ramón Ramírez o Duilio Davino (¡Aaaaaawwww!) podría prescindir, y no así, de las pláticas, las risas y la felicidad que me daba estar a su lado.

Hoy veo con gusto, que ya en México hay muchas mujeres que se dedican a eso, a hablar de deportes, de hacer comentarios en los juegos, de entrevistar a jugadores y protagonistas del mundo deportivo, a opinar sobre un resultado, en general: de todo aquello a lo que se refiere esta rama del periodismo.  Me encanta ver que las féminas destaquen en este campo, sin embargo, no entiendo por qué razón, muchas de ellas tienen una actitud digamos... pretenciosa.  Me desespera ver cómo tratan de sobresalir intentando generar polémica o incluso, haciendo comentarios pendejos.  Peor aún si la única razón por la que están en dicho lugar es porque tienen buena nalga o son cancos de algún alto ejecutivo del medio en qué trabajan.

Creo que esto es un poco para demostrar que en este campo dominado tradicionalmente por los hombres, ellas cuentan con capacidad y conocimientos suficientes, para competir con los varones.  Sin embargo, considero que cuando realmente se posee eso: capacidad y conocimientos, no es necesario tratar de hacer gala de ellos, simplemente eso se notará de manera natural y espontánea.

Me recuerda a la actitud de las adolescentes cuando llegan a algún sitio en el que coinciden con el galán que les roba los suspiros y empiezan a hacer alarde de sus talentos con tal de que el individuo en cuestión, note primero; que están ahí y luego; que son buenas bailarinas, excelentes cantantes o enciclopedias ambulantes; es decir, un dechado de virtudes.  Sin embargo, el "adonis" siente repulsión por su comportamiento tan exagerado y termina morréandose a la chava que está contando chistes colorados porque es más auténtica.  En resumen, se logra precisamente el efecto contrario.

Eso mismo nos ocurre cómo público cuando vemos a una morrita que según ella, se trae todos los datos en la cabeza de las alineaciones de los últimos cinco equipos que conquistaron la copa del mundo de fútbol, o quienes fueron los MVP de los súper tazones desde 1970 a la fecha, o de en qué año se instituyó el trofeo Cy Young y las dimensiones y peso del mismo.  Aunque esté muy buena, los hombres y por supuesto, las mujeres (más por envidia que por otra cosa) terminarán cambiándole de canal para escuchar opiniones interesantes o ver diez veces en diferente estación el polémico gol que le dio el campeonato de liga al América.

No digo que todas estén en ese caso.  Hay mujeres que son sumamente talentosas y tienen capacidad de sobra para estar en el sitio en el que están.  Ejemplos, Gaby Fernández de Lara de Televisa, Carolina Guillén de ESPN, Marion Reimers de Fox Sports, e Inés Sánz de TV Azteca (que por cierto, está muy buena la cabrona lo que me hace odiarla, sólo en sentido figurado).  Han hecho su carrera de manera discreta y humilde, sin aspavientos, han logrado llegar al sitio en el que están lo que les da credibilidad y prestigio al nivel de sus colegas hombres.

No puedo decir lo mismo de muchas otras que probablemente, tienen mucha capacidad y no lo dudo, pero con su actitud echan a perder todo, cómo la morrita que sale en el noticiero de "Antena Deportiva" aquí en la ciudad de Chihuahua.  Me caga la madre cómo engola la voz y cómo hace alarde de conocimiento en materia de deportes, pero que dice "neva" porque es del verbo "nevar" (no le enseñaron que hay verbos irregulares) y emite opiniones y críticas sobre temas que ni siquiera, investiga bien, atentando así, contra uno de los principios fundamentales del periodismo: cualquiera puede cocinar... a no, perdón ese era el lema del chef Gusteau.  Ahora sí: no se puede opinar sobre aquello que no se conoce.

De mis sueños juveniles sólo puedo decir que neta, si me hubiera gustado entrevistar en el vestidor a Ramón Ramírez o a Duilio Davino, y digo se en la actualidad me hubieran mandado a preguntarle algunas cosillas a Colin Kaepernick, pues no me molestaría en realidad, pero no cambio eso por la vida al lado de mis hijos y de mi viejo que son lo que más amo en este mundo.  Quién dice que no puedo narrar los partidos del FIFA 14 cada vez que Pollo o Gael y no se diga Chuy, me meten golizas en los juegos ficticios.  Disfruto más de esos encuentros que de hacer la crónica de una final de mundial en dónde México le gane 6-0 a Estados Unidos y dónde el mamarracho de Landon Donovan sale con una lesión que da por terminada su carrera... ¡Naaaaa! mentiras, eso, me encantaría.

Quiero una faldita así.


P.D. Es 14 de febrero y estoy esperando mi flowers, y naaaaa.  No llegan, mejor llegaron los vatos del cancel del baño que se habían dado mucho a desear.

Retiro lo dicho, ya llegaron mis flores.  Tan requetebonitas.  Gracias para mi amor con amor.

viernes, enero 31, 2014

Post sin "INTERMEDIARIO".

Que la molestia se debe a que no quieren tener contacto conmigo a través de la red social de una persona cercana, más que cercana, profundamente amada por mí y a quién en lo sucesivo se le denominará "INTERMEDIARIO".  Pues muy fácil, si no quieren saber de mí de ese modo, el FB ofrece la maravillosa opción de "BLOQUEAR" al citado "INTERMEDIARIO".  Que lo hagan siguiendo el ejemplo de otra persona que utilizó dicho recurso sabrá Dios la razón, lo cuál me parece sumamente ridículo porque que yo sepa el "INTERMEDIARIO" no le ha hecho daño alguno a quienes han manifestado su molestia, y mucho menos, a mí.

Ahora bien, creo que el FB es una maravillosa herramienta para acercar a la gente que no solemos ver con frecuencia, sin embargo, no es la única.  Existen el teléfono, las visitas a domicilio, las cartas (con lo que además se podría rescatar el tan devaluado género epistolar) o incluso, las señales de humo.  Tengo un teléfono en mi domicilio y un teléfono móvil, de igual manera un domicilio particular.  Sé que a veces no contesto los mensajes por celular, pero pues eso ya es por cuestíón de economía toda vez que es raro que cuente con saldo en mi móvil. Yo, por cualquiera que sea la circunstancia, en este momento y desde hace más de un año, no hago uso de mis redes sociales, y eso no es un pecado.

Utilizo la red social del "INTERMEDIARIO" por las razones que yo sólo conozco, que no están a discusión y mucho menos, a juicio de los demás. Es mi decisión y cómo tal espero que sea respetada, al igual que yo respeto las buenas o malas decisiones de las personas a las que quiero porque a final de cuentas, a mí me importan ellas, sus sentimientos el vínculo que nos une (o que creo que nos unía) y no lo que hagan o lo que decidan, sea ésto bueno o malo.

Las acciones, los comentarios o lo que se diga de mí, duele... pero lo comprendo de cierta manera.  En fin, espero que nos podamos entender, considero que el cariño puede más que cualquier malentendido y creo que llegará el momento de aclarar y poner "los puntos sobre las íes" porque de lo contrario, que iremos por un camino que nos lleva a ningún lado.



P.D. Y que conste que este blog no es del "INTERMEDIARIO" es mío y en él escribo yo mismita con mis deditos e ideas.

jueves, enero 16, 2014

Y me volví a enamorar...

Era una tarde fría, de hecho creo que fue una de las tardes más frías de ese invierno.  No podía esperar a conocerlo y finalmente develar el misterio cómo sería su apariencia aunque de algo estaba segura... sería absolutamente guapo.

Estaba ansiosa, pero en el fondo muy tranquila porque ya tenía la experiencia anterior de un encuentro similar, aunque en realidad en aquella ocasión no estaba del todo consciente por efecto de algún fármaco.  En fin; llegué puntual a la cita, rodeada de muchas personas cuyo trabajo era atenderme únicamente a mí, al menos en ese momento.  En ese lugar designado exclusivamente para nuestro encuentro por fin llegó el momento, estaba deseperada por verlo: ¿cómo sería su cara? ¿sus ojos? ¿su boca? ¿tendría cabello?

Y así, de manera inesperada llegó.  Primero lo escuché y alguien de los presentes sólo me dijo que era hermoso.  Finalmente lo pude ver y realmente, quién hablo sobre su belleza se quedó corto.  Era guapísimo: robusto, blanco y con unos ojos grandes bien abiertos, igual de grandes que los míos, por algo es mi hijo.

Hoy hace 6 años de ese primer encuentro que marcó mi vida y me demostró que me puedo volver a enamorar una vez más.  Un 16 de enero de 2008 llegó a mi existencia otro ser perfecto lleno de alegría, impetú, inteligencia, simpatía, amor, creatividad, sensibilidad y un montón de cosas que me faltan por descubrir porque realmente me sorprende de lo que es capaz mi amado Gael.  Llegó al mundo con los ojos bien abiertos, con determinación, demostrando su avidez por captarlo todo, por entenderlo todo y por saberlo todo.  Al contrario de su hermano mayor, empezó a hablar muy pequeño desde entonces no ha parado.  Cuestiona todo y no logra quedarse callado más de 9 segundos, pero eso sin duda, es un reflejo de su gran inteligencia y su magnífica personalidad que se ve enmarcada por una HERMOSA cabellera cubierta de rizos dorados.

Me encanta ver lo que es capaz de crear, me maravilla su imaginación y su talento para dibujar y para
construír una fortaleza, una pista de carreras, una casa o una mansión embrujada con tan solo unos bloques de juguete, unos utensilios de cocina y algunos carritos a escala, de los que por cierto, es asiduo fanático aunque prefiere los autos de verdad, sobre todo los deportivos y sueña con que compremos un auto para pintarle unas llamas a cada lado.

Cuando llegó Gael, finalmente sentí que mi familia estaba completa y nos enseño a otro de mis grandes amores, mi Pollo y a mí, que cuando nace tu segundo hijo el amor no se divide, sino que se multiplica.

Hoy sigo sorprendiéndome de los regalos que me ha dado la vida, de la dicha de conocer mi descendencia envuelta en dos pedacitos de carne y hueso; uno más hueso que carne y otro más "chinos" que carne y hueso.  Agradezco a Dios por haberme prestado a estos bellísimos hijos llenos de salud que han implicado sí muchos retos, pero que me han llenado más de orgullos, satisfacciones, emociones, alegrías, risas, sorpresas y sobre todo, de amor.

Hoy en tu cumpleaños Gael quiero felicitarte y darte las gracias por hacer de mí una mejor persona, porque contigo supe que la maternidad no hay que tomársela tan en serio y porque sobre todo, me has enseñado a darme cuenta de que debo disfrutar cada momento a su lado.  Te amo y que este sea uno de más de muchos cumpleaños que espero en Dios, podamos pasar juntos.  Con amor, tu mamá.





lunes, enero 13, 2014

¿Puedo regresar al ´13?

Unos cuantos posts atrás escribí que ya quería que acabara el año porque no me había ido muy bien y que esperaba que este 2014 le fuera mejor a mi vida... ¡retiro lo dicho! quisiera regresarme al ´13 pero, sé que no puedo.

Cuando me ocurren experiencias muy negativas me acuerdo aquella imagen de la película de "Superman" cuando Louisa Lane se muere tragada por la falla de San Andrés durante un terremoto y el "Hombre de Acero" loco por la desesperación de haber perdido a su amada, empieza a dar vueltas alrededor de la tierra en sentido contrario al movimiento de rotación.  Esto con la finalidad de volver atrás en el tiempo y poder rescatar oportunamente y con vida a Lane.  Quisiera tener el poder de Superman, hacer girar a nuestro planeta para regresar segundos, minutos, horas, días, semanas, meses o quizá hasta años.

El 2013 terminó con una cartera torpemente olvidada en una zapatería y arteramente sustraída por alguna mano "piadosa" que no vaciló en sacar todo el efectivo que traía en ella.  Y cuando digo "todo" es en sentido literal pues se aseguraron de extraer hasta el último peso, aunque tuvieron la decencia de dejarme una monedita de 25 centavos de dólar y eso, porque aquí no les iba a ser de gran utilidad.  Por fortuna, mis documentos, identificaciones y tarjetas de crédito y débito, se quedaron ahí y gracias a que en este mundo hay más personas buenas que aquellas que tratan de joder al prójimo, pude recuperar mi cartera. Un buen samaritano homónimo de un reconocido fotógrafo de la época de oro del cine mexicano, la encontró tirada y pudo localizar mis datos para hacerme entrega de ella.  Dios lo bendiga.

Tuve la esperanza de que Diosito en su inmensa misericordia nos daría tregua de una serie de eventos desafortunados que tuvo mi familia a finales del año anterior.  Sin embargo, eso estaba muy lejos de ser cierto.  Apenas seis días de iniciado el año mis seres queridos y yo, vislumbramos nuevamente la sombra que se extendió sobre nosotros en el inicio del 2012. 

Esas llamadas de madrugada siempre son para dar malas noticias y así fue.  La voz desesperada de mi hermana Aracely en el teléfono de Pollo me hizo saber que no empezaríamos del todo bien este año.  Luis, uno de mis hermanos había sufrido problema a nivel cerebral producto de su incontrolable hipertensión arterial. "No tiene un buen pronóstico", me dijo mi hermana.

Me tomó unos instantes procesarlo, volví a sentir lo que sentí dos años antes cuando me llamaron, también de madrugada, para avisarme que mi mamá se había puesto mala.  No entendía y sólo pude pedirle a mi madre, que no se lo llevara.

Me vestí rápido y me fui al hospital y ahí encontré a la mayoría de mis hermanos.  En el frío aire de la madrugada se respiraba ese sentimiento que ya nos era muy familiar, pero que creíamos no volveríamos a sentir.  Al poco rato salió mi hermano José Manuel, el doctor, quién nos informó que Luis parecía estar respondiendo bien al tratamiento inicial y que al parecer, el evento aunque grave, no era tan severo cómo se creía.  Finalmente, la tomografía confirmó aquello que José Manuel nos había dicho: una trombósis que si bien dejaría secuelas, con tratamiento y rehabilitación mi amado hermano podrá llevar una vida casi normal.

Luis ya se encuentra en casa de mi mamá convaleciente.  A ratos enojado, o triste, o incluso, hasta avergonzado por su nueva circunstancia, paralizado del lado izquierdo y con dificultades muy serias para hablar que hacen de la comunicación un acto casi imposible. Pero, poco a poco comienza a entender que tiene que esforzarse para salir adelante y reponerse de esta dura prueba que nos ha puesto Dios.  Hoy recibí la buena noticia por la mañana de que se sentó él solito sin ayuda.  Sin duda, eso me da esperanza y me alienta a pensar de que vamos por buen camino.

Yo, he llorado mucho.  Los recuerdos se me vienen a la cabeza de los momentos que conviví con él.  De su carácter duro y en ocasiones, hasta un poco amargo pero eso sí, con una grandeza de corazón y con detalles que me demostraban el gran amor que siente por nosotros.  No puedo olvidarlo, escuchando su música favorita mientras desarmaba alguna computadora.  Mi alma se estremece al acordarme del día de mi cumpleaños que llegó aquí a mi casa con un pingüino y una vela, cantándome las mañanitas.

Todos los días hablo con Dios, con mi mamá, mi papá.  Les pido fortaleza para él y para nosotros para superar este trago taaaaaan amargo, que nos guíen y nos allanen el camino, nos den paciencia y sabiduría para sobrellevar los momentos difíciles y sobre todo, que si permitieron prestárnoslo un tiempo más, nos ayuden a mejorar su entorno con las herramientas que ellos nos vayan mandando sobre la marcha.

Y algo positivo de esto... las grandes demostraciones de afecto, apoyo y solidaridad que hemos recibido tanto él cómo cada uno de nosotros.  Amigos y familiares se han volcado para brindarnos, desde buenos deseos y palabras de aliento hasta ayuda para que él, mi "Junior"  cómo le decimos el Pollo y yo cariñosamente, supere esta dura prueba.

Hoy he aprendido que la vida, Dios o el destino nos sorprenden con lo que tienen designado para cada uno de nosotros.  Hace unas semanas me quejaba de un mal año y hoy, sólo puedo pedir fortaleza y coraje para superar todo lo que venga, a final de cuentas, lo importante es la vida: la nuestra y la de los seres que amamos.  Lo demás, depende de uno.

Te amo bro... Con todo mi corazón y deseo volverte a ver así.



P.D.  Y mi baño... bien gracias.  Después de tres días de ausencia, nuevamente le vienen a poner mano.  Espero y esta semana, todo quede listo de lo contrario verán mi historia en algún capítulo de la siguiente temporada de "Mujeres Asesinas": Ana, enclaustrada.  Cuando menos espero que la actriz que encarne mi personajes sea de jodido, Kate del Castillo.  Sé que sería mucho pedir a Rachel Weisz pero que no me vayan a poner a Angélica Vale.



martes, enero 07, 2014

Reclusión y pesar.

Sigo aquí en mi búnker, pero ahora mi desesperación se profundiza con la pena de mi hermano que esta hospitalizado.  Una trombosis cerebral que le ha dejado medio cuerpo paralizado y con su capacidad de habla muy mermada por lo que la comunicación es prácticamente imposible.

Por fortuna, su condición es menos grave de lo su nombre aparenta pues de acuerdo lo que nos dijeron los doctores se podrá recuperar hasta el punto de llevar una vida normal, casi igual que antes del ataque.  Sin embargo, será un proceso lento y complicado, sobre todo porque los seres humanos nos oponemos a depender de las demás personas y además su carácter es por decir lo menos, difícil.  A pesar de todo doy gracias a Dios porque está con nosotros y porque los pronósticos son positivos.

Así cómo le dije a mi mama cuando nos avisaron lo ocurrido en la madrugada del lunes: "Mama, no te lo lleves.  Nos hace falta y sobre todo, a sus hijos".  Creo que sí me escucho.

Por desgracia, no puedo decir lo mismo del estatus de mi baño.  Se me hace que los señores utilizan la estrategia de Penélope la de "La Odisea", pues creo que ponen dos piezas de cerámica y quitan tres.  En cuatro días de trabajo no llevan ni la mitad del proyecto ¡ah, pero eso si! El chisme a todo lo que da.

Hoy de plano le pregunte al hombre que para cuando acabában y me dijo muy mono: "pues yo creo que nos vamos a echar toda la semana, porque han salido muchos detalles y además el día no rinde" ¡pues como chingados le va a rendir! Si llegan a las 10 de la mañana se van a los 4 y media! ponen una pieza de cerámica en dos horas.

Hasta eso, se está viendo mono y ahora se ha visto más avancé.  Prometo publicar una foto cuando ya todo este terminado.

Por lo pronto, me levanto de mi descanso obligado para preparar los sagrados alimentos para mi viejos y para mi.

viernes, enero 03, 2014

Parte de guerra.

Pues aquí nada más, reportando desde la "zona de desastre" en la que se ha convertido mi casa, específicamente, mi baño.  Mi viejo tuvo a bien llamar a los trabajadores precisamente un fin de semana antes de que los críos entraran a clases.  Por uso y costumbre autoproclamado, es el fin de semana que suelo echar weba, por aquello de un poco más de quince días no hubieran sido suficientes.

Pero ni modo, todo sea en pro de las mejoras en el hogar, aunque ello implique pasar unas jornadas llenas de ruido, polvo y mugre y que durante los próximos cinco días tenga que andar con escoba y trapeador en mano.  Quienes han pasado por esto de las remodelaciones saben lo complicado que es, aunque sólo se cambie 1 metro cuadrado de cerámica del piso, el desastre es mayúsculo y sólo se puede equiparar a una recreación a escala de la bomba de Hiroshima.

Estoy recluída en mi recámara, para dónde me mueva hay restos y escombros.  Me siento cómo... Erika Vexler... ¡cómo olvidarla!

Erika Vexler fue una corresponsal de Televisa en la zona de medio oriente en los años ochenta y parte de los noventa.  Era un personaje tan emblemático y tan relacionado con esa televisora, que no podías pensar en dicha casa productora sin dejar de pensar en Vexler.  A mí me parecía una mujer muy inteligente: trigueña, de cabellera abultada y con un gran par de anteojos.  Su timbre de voz y su hablar pausado eran inconfundibles y ella era referente induscutible de los corresponsales de guerra.

A ella le tocó enlazarse cuando los estadounidenses acostumbrados a meter las narices en todo aquello que huela a beneficio económico so pretexto de defender los derechos humanos y la libertad, lanzaron el primer ataque contra Iraq cuando Hussein invadió Kuwait en la primera mitad de la década de los noventa.  En esa época no había internet, mucho menos teléfonos inteligentes y redes sociales que nos permitieran conocer lo que sucede en otros sitios en tan sólo segundos.

Antes, el medio más rápido para acceder a la información era la televisión y aún así tardaba unos minutos.  Una de las pocas empresas que tenían las herramientas tecnológicas para poder cubrir en tiempo real una noticia de tal magnitud cómo una guerra, era Televisa y cómo su corresponsal en esa conflictiva zona, Erika Vexler se enlazaba vía satélite para reportar todo lo relacionado con los misiles, ataques y bombardeos.

Así pues, todos estábamos al pendiente de escuchar a la Vexler dándonos a conocer las novedades desde la zona de guerra.  Ante el temor latente de un ataque con armas químicas, frecuentemente se le escuchaba en los enlaces utilizando máscara antigases lo que hacía que su voz se escuchara más nasal su ya de por sí, particular timbre.  Recuerdo mucho que durante uno de los ataques más agresivos que se dieron de parte de los iraquíes sobre Tel-Aviv, capital de Israel, esta mujer se encontraba especialmente asustada y durante el reporte informativo se le ocurrió decir que los aliados lanzarían una ofensiva nuclear.  Cómo olvidar aquello de: "¡Nuclear Jacobo! ¡Nuclear!".

Luego de esto y ante la evidencia de que no hubo tal embestida, Televisa sin más ni más la sacó del aire, de la corresponsalía y la borró del mapa. Toda una brillante trayectoria periodística se fue al caño de "golpe y porrazo" por este terrible lapsus.  Hoy, mientras buscaba información sobre ella me di cuenta de que ya hace casi tres años que falleció allá en Israel.

Cuando recreaba en mi mente la imagen de Vexler reportando el "ataque nuclear", me la imaginaba debajo de alguna mesa vieja de madera en un cuarto abandonado de cierto edificio en ruinas de Tel-Aviv. Seguramente utilizaba su máscara antigases para evitar respirar el aire tóxico y presa del pánico, se resistía a abandonar su refugio.

Así me siento ahora, mientras el golpe del cincel sobre los muros que en esta casa suena a bombardeo, taladran las sienes de mi cabeza.  No se si son las hormonas, el estrés o la hipertensión que provocan este dolor que se agudiza con todo este desmadre que hay en mi morada en estos momentos.

Espero que ya para el próximo lunes, pueda salir del búnker en el que me encuentro atrincherada para comenzar con el recuento de los daños y poder emitir mi parte de guerra.

Reportándo desde el norte de la capital de Chihuahua... Ana María Sánchez para blogger.  (Siempre quise decir eso, jojojojo).

Creo que cuando acaben con el baño (a juzgar por los madrazos en la pared, lo de "acabar" es literal), así voy a salir.