miércoles, octubre 30, 2013

Vejez, incapacidad o una mezcla de ambas.

Cómo dijo el sabio filósofo existencialista, Marco Antonio Solís en una de sus obras más reconocidas intitulada "Mi fantasía": "... y sigo esperando".

No, no espero una invitación a cenar a un lujoso restaurante por parte de mi hombre; tampoco la noticia de que algún pariente lejano que se fue a Europa con una mano atrás y otra adelante y se hizo millonario vendiendo piñatas, me ha heredado una villa en la campiña francesa.  Espero la llamada de los reclutadores a los que hace algunos días envié un Currículum para un puesto de Comunicación y Relaciones Públicas.

Estoy contenta con dedicarme a mi hogar, y estar disponible las 24 horas del día a lo que requiera mi familia. Amo estar con mis hijos, ir a sus juntas, sus festejos, sus festivales, etc.  Me gusta, de verdad disfruto limpiar mi casa toooodo el día, pero, en ocasiones siento deseos de saber que soy útil y por otro lado, el "bolsillo" también reclama.

Aquí dejo los requisitos para la vacante, que de acuerdo a mi pobre percepción, cubro perfectamente:

COORDINADOR DE RELACIONES PUBLICAS Y COMUNICACIÓN

Requisitos:
  • Lic. relaciones públicas, ciencias de la comunicación o carreras afines.
  • De 28 a 40 años
  • Experiencia mínima de 3 años en el área de relaciones públicas y/o comunicación
  • Amplia experiencia en manejo de plan de medios
  • Amplia experiencia en manejo de proyectos de relaciones públicas con 
dependencias e instituciones de gobierno, organizaciones empresariales y/o profesionales.
  • Experiencia en manejo de proyectos de comunicación interna
  • Experiencia en organización de eventos sociales de alto impacto dentro 
y fuera de la empresa
  • Excelente presentación ejecutiva.
Mmmm, a lo mejor en el último punto falseé pero en el resto, creo o al menos, yo siento que soy muy capaz para desempeñar un puesto así.  Luego entonces... cuál es el problema.
A veces pienso que mi edad es un impedimento para obtener un empleo decente, pero bueno, al menos en esta convocatoria, me encuentro dentro del rango.  
En este punto en el que ya he mandado talvez unos diez currículums a diferentes lugares, y nada, no me llaman.  Probablemente haga ruido el hecho de que tengo alrededor de ocho años sin trabajar fuera de casa con una remuneración, porque quienes nos dedicamos a esto de ser chacha y niñera de su propio hogar y de sus propios hijos respectivamente, sabemos que se trabaja y mucho.
Considero que aquellas personas que se encargan de decidir quién de los candidatos a ocupar un puesto, es apto y quién no, tienen capacidad de visualizar que una mujer casada con hijos a lo mejor decidió poner un alto a su desarrollo profesional para dedicar su vida a su familia, sin que esto vaya en detrimento a su capacidad y habilidad... o talvez si.
A estas alturas empiezo a creer que todo aquello que aprendí, mi creatividad y mi elocuencia, las facultades que poseo y las destrezas que he desarrollado, mi experiencia y mi conocimiento, se han ido mermando con el paso de los años al punto de que no tengo la capacidad necesaria para reincorporarme al mundo laboral.
Siempre pensé que "Nalga mata a cerebro" y en este momento agregaría "Juventud mata a experiencia".   Para mi desgracia, entro en la categoría de "cerebro" y "experiencia".  Ni modo,  Cómo dije en mi brevísimo post anterior: "Who would be the Wonder Woman".  
 

viernes, octubre 25, 2013

De brujas, viajes y recuerdos.

Recuerdo esa bonita tarde del mes de septiembre de 2003. Conocí uno de los destinos que siempre quise visitar y Dios me concedió recorrer Xcaret al lado del amor de mi vida y mi flamante esposo, estrenando ese título. El paseo resultó un poco cansado: caminas, nadas, subes, bajas en terrenos o sitios nada fáciles y hasta un poco agrestes, y es precisamente eso, lo que lo hace a este destino tan bello y tan mágico. Mi luna de miel fue por decir lo menos, MARAVILLOSA. Me atrevo a decir que quien ha tenido la fortuna de conocer Cancún y la zona del hermoso caribe mexicano, queda prendado perdidamente del lugar, y quién no lo hace, seguramente es un "enamorado de clóset". Yo me confieso abiertamente como una profunda admiradora de todos los sitios que visité en ese viaje y de Xcaret en especial porque me cautivó una pieza musical de nuestro folklor cuya belleza no había apreciado con anterioridad. Sería el ambiente rústico, sería que era mi primer viaje en muchos años, quizá décadas. Sería que me encontraba más sensible porque estaba al lado de mi Pollo conociendo este lugar mágico. Lo único que puedo decir es que aquella tarde cuando me encontraba comiendo en el restaurante, el conjunto jarocho que amenizaba el momento comenzó a tocar "La bruja" y una cálida sensación recorrió mi, en ese entonces delgado y delicado cuerpo, para luego dar paso a la "piel de gallina" que a partir de ese instante vuelve a aparecer cada vez que escucho esta canción. Tiempo después, supe que a mi madre también le gustaba mucho el son de "La bruja" y algunos años después cuando estábamos en la celebración del bautizo de mi amado Chuy mi cachorro mayor, mi hermana y comadre contrató un conjunto jarocho para agradarnos la velada y mi mamá pidió que interpretaran esa pieza. Cuando escuché los primeros e inconfundibles acordes, no pude ocultar mi emoción y mi madre me dijo "para tí, con todo mi amor". Hoy, mi mamá ya no está a mi lado físicamente pero se que me ve, me escucha y me apoya en el plano en el que ella se encuentra. No puedo evitar las lágrimas y como dije, la "piel chinita" cuando oigo esta canción. Esas lágrimas son por todo lo que "La bruja" representa para mí. Si en mis manos tuviera el poder de hacer un video musical de mis recuerdos de ese viaje a Cancún y de mi vida: el dormir abrazada con mi Pollo, el espectáculo mexicano en Xcaret que me hizo sentir orgullosa de mi país, el maravillarme y sorprenderme de la belleza y riqueza de nuestro México, el asombrarme de que se puede amar cada día más a una persona de la que ya estaba enamorada, el disfrutar del atardecer sientiendo la calidez del aire en el rostro, el sentirme cautivada por cada rincón, lugar y persona que visité, de las pláticas con mi madre, de aquella mañana que estuve con ella en el hospital, del último adiós; sin duda podría musicalizar ese video con la canción de "La bruja". De hecho, en mi más reciente visita a Cancún cuando el avión ya iba llegando al destino y en el horizonte se podía ver la zona hotelera, cerré mis ojos y en mi mente comenzaron a fluír los recuerdos y en mis oídos, increíblemente, el sonido de este hermoso son. No en vano, me solté llorando cómo una niña chiquita porque después de casi 10 años, regresaba a este bello lugar acompañada de dos seres que son el motor y la razón de mi vida junto con mi Pollo. Hoy me puse a escucharla, justo hoy que se cumplen 12 meses de que casi pierdo uno de los mayores tesoros de mi vida, todo por mi vanidad y egoísmo, pero esa... es otra historia, cómo dijo la sabia Nana Chonita. Cuando la escuchaba, mi mente y sobre todo, mi alma se colmó de memorias, de Cancún, del amor y de mi madre y no pude evitar el llanto. Pero un llanto de emoción, de una mezcla de sensaciones que sólo yo puedo entender. ¡Ay! qué bonito es volar...

jueves, octubre 10, 2013

Y reafirmo mi decisión.

Estos últimos días en los que las redes sociales se encuentran pletóricas de comentarios en contra de todos los involucrados y responsables de la tragedia del Aero Show, a quienes en dichas opiniones vertidas, Itatí Cantoral en su papel de villana de Marimar; sí aquella de la "maldita lisiada", resulta ser más tierna que un minion comparada con estos individuos, me congratulo de no tener mi propio facebook ni twitter, pues de lo contrario me hubiera visto en la necesidad de manifestar mi opinión al respecto y yo creo que habría sido vetada por varios de mis amigos (si no es que así es ya, pero por otras circunstancias). De todos modos no manifestaré lo que pienso, al fin y al cabo la única lectora del blog soy yo y yo en mis múltiples conversaciones conmigo misma, ya conozco mi opinión y estoy muy de acuerdo con ella. Así pues, me da gusto saber que no tengo cuenta en red social alguna y no puedo comentar, por lo que me doy cuenta de que no tomé la decisión equivocada.