Dos semanas para el reencuentro.

El año pasado no fue precisamente el mejor año de mi vida que digamos.  Tuve una pérdida muy dolorosa, de hecho, la más fuerte que haya sufrido en mis casi 39 años de vida.  Y luego un crisis tremenda que me golpeó con tal fuerza que por poco hace que se desvanezca de mis manos mi tesoro más preciado: mi familia.

Por fortuna, con la intervención divina de Dios y de toda mi corte celestial encabezada por mi madre, hemos podido ir reconstruyendo poco a poco nuestra vida, no sin momentos álgidos ni tropiezos tan severos que casi nos hacen caer.

También hubo momentos muy buenos, no puedo reclamarle a la vida que todo lo acontecido el año pasado fue negativo: hubo experiencias y oportunidades muy positivas, pero en el balance creo que pesa un poco más lo malo.

En fin... eso ya pasó y debemos seguir adelante cómo dijo la sabia filósofa existencialista, Niurka Marcos: "Voy pa'lante como una yyegua".  Nótese que escribí "yyegua" para darle el énfasis que esta mujer aguda y sabia le dió a esta palabra cuando dijo esa reflexión.  En este punto hago un paréntesis para preguntar ¿qué sería de nuestra vida sin la sapiencia y elocuencia de Niurka?

Bueno, pues como vamos "pa'lante" en nuestro andar, merecidamente mi Pollo, mi críos y yo partimos en unas merecidas vacaciones a dónde hace casi 10 años comenzó esta aventura: Cancún.

La verdad es que luego de mi luna de miel en dicha playa se convirtió en uno de mis sitios favoritos y ahora, después de estos meses tan complicados y este proceso tan doloroso y sinuoso creo que será un respiro y un nuevo comenzar.  Volver al origen, empezar desde cero y ahora con nuestros dos hijos, será una experiencia maravillosa e inolvidable, amén de que el mar turquesa, de ese color que sólo tiene el caribe y el color blanco de la arena son postales que no se olvidan NUNCA.

Gracias a esto, al paradisiaco ambiente de este destino, a lo que viví al lado del amor y el hombre de mi vida, de la ilusión por comenzar una vida a su lado, me hicieron amarlo más que aquella vez en que nos dimos nuestro primer beso.  Y casi diez años después regresamos con nuestros chamacos adorados y nuestro amor más maduro, intenso y sobre todo, más sólido.  Mi Pollo me prometió que antes de ese tiempo estaríamos de vuelta en Cancún... y lo cumplió.

Ya me ví así...

O así...

O así... ah no, esa que estoy pensando no la puedo poner jojojo, porque este blog se convertiría en el "Frog's Porn Site".

Por lo pronto, en dos semanas... NOS VEMOS CANCUN.

 

P.D. Ya no requiero del traje de baño vintage, conseguí uno que parece de hipopótama de fantasía darketa, pero que tapa todos los defectos que son producto de la traición genética heredada por mis padres y podré andar por la playa sin el pendiente de andar mostrando mis deficiencias y protuberancias.