Cosas de la vida

Por lo visto soy la única que actualiza su blog. No sé qué pasa con mis amigas, por favor, vamos, sé que tienen algo interesante qué contar.

Bueno a lo que te truje Chencha. Resulta que el Príncipe Carlos y Camila Parker se van a matrimoniar, o mejor dicho, van a legalizar el amasiato. Después de 30 años de tratar de taparle el ojo al macho, con matrimonios arreglados finalmente van a dejar la clandestinidad de su pasión para poder sexar con el permiso de la ley, porque por la iglesia no se van a casar. No sé porque si la iglesia Anglicana permite el divorcio desde las épocas de Enrique VIII, quién tuvo la brillante idea de crear su propia iglesia y separarse del Vaticano ya que esta nueva religión sí permite el divorcio. Esto con el fin de escabecharse a su esposa y poderse casar con su amante en turno.

Así pues, la poco agraciada Camila Parker pasará a ser la esposa del futuro Rey de Inglaterra, más no así la futura Reina ya que el día que Carlos llegue al trono, ella será simplemente la Princesa Consorte. Me suena a nombre de novela de Televisa. Se supone que el pueblo inglés está rete contento con el anuncio de la boda, a pesar de que por muchos años condenó que el Príncipe le pintara el cuerno Lady Di con esta ruca. En fin, se trataba de darle gusto al cuerpo.

Y hablando de darle gusto al cuerpo, chéquense la siguiente nota que salió hoy en "El Heraldo de Chihuahua".

Un sonido extraño se escuchaba recuentemente en el juzgado del juez Donald Thompson. Durante un caso, el juez parecía tan distraído que algunos miembros del jurado pensaron que estaba jugando con videojuegos detrás del estrado.

Sin embargo, la realidad resultó más extravagante que cualquier conjetura. Según un cuerpo de investigadores, el juez tenía la costumbre de masturbarse durante los juicios bajo su toga con un inflador manual (osea, si jugaba con un "aparatito" pero no precisamente de videojuegos.)

La humillante acusación contra Thompson, de 58 años, ha desembocado en cargos criminales y ha acabado con una buena trayectora profesional. Sus colegas de profesión han quedado asombrados (Más bien, han de estar ardidos porque a ellos nunca se les ocurrió una manera de hacer su trabajo más placentero.)

Por otra parte, el caso contra Thompson podría conllevar a una serie de apelaciones de personas que han sido condenadas por el juez, ya que podrían argumentar que éste no prestó suficiente atención a sus casos.

Thompson, casado y padre de tres hijos ya adultos, ha negado las acusaciones y ha dicho que el inflador fue un regalo que recibió de un amigo cuando cumplió los 50 años. El juez se retiró en agosto, al ser amenazado con la destitución. Sin embargo el mes pasado lo acusaron de exhibicionismo.

Durante el proceso de investigación contra Thompson, la policía halló restos de semen en la alfombra sobre la que reposaba el estrado del juez, según testigos judiciales.

Qué escena ¿no? el jurado solemne escucha el interrogatorio del fiscal mientras se escucha un sonido rítmico y que progresivamente va acelerando "Scuic, scuic, scuic." Finalmente el juez con los ojos en blanco se levanta y grita "¡¡¡Absuelto!!! ¡¡¡Absuelto!!! ¡OOOOOhhh sí!" para luego desvanecerse sin causa aparente.

En fin, cosas de la vida.