He visto en los blogs de mis entrañables y retorcidas amigas que se quejan de algo. Que si el frío, que si la evasión de los problemas, que si la depre del auto exilio, que cuando no tienen qué leer, porque no tienen que leer, que cuando tienen qué leer, porque tienen qué leer. Total, he consultado con autoridades a nivel mundial en materia de festejos y días feriados, y hoy he decretado el "Día de Quejarse de Algo". A partir de este año el primer martes de febrero vamos a celebrar este día y lo vamos a dedicar a quejarnos de cualquier cosa que nos moleste (si no tenemos suficiente con los 364 días del año restantes, que hacemos lo mismo, pero de manera extraoficial). Puede ser solo una cosa que nos moleste, pero seguramente, todos tendremos una larga lista de cosas sobre las cuáles, nos podremos quejar con singular alegría.
Yo voy a empezar. Mis queja son:
- Sobre los pantalones. Los fabricantes de ropa de mujer deberían entender que tarde o temprano una se va a embarazar. Entonces, pudieran crear un pantalón con la panza desmontable para cuando uno se embarace, le puedas agregar un poco de tela y de esa forma, no tener que comprar pantalones nuevos.
- Del horario de trabajo. Mi horario de trabajo debería ser de lunes a viernes de 10 de la mañana a 2 de la tarde, ganando el doble de lo que gano. Eso, mientras haya el trabajo suficiente cómo para cubrir una jornada de 4 horas, de lo contrario la misma se podrá reducir de 10:30 de la mañana a 1:30 de la tarde. Igual que mi homónima de vivienda. ¡Ah! y obviamente, con la mitad de la carga de trabajo que tengo. ¡Qué digo la mitad! La cuarta parte.
- Mi lavadora. Ayer en la noche mi lavadora, cómo toda buena representante del género femenino se obstinó en complicar las cosas y nomás no quiso seguir lavando. En pocas palabras, me mandó a la chingada con una carga de ropa dentro de ella, y lo peor del caso antes de exprimir. Epílogo: Tuve que meter las manos en el agua fría, sacar cada una de las prendas, exprimirlas y ponerlas en un bote para llevarlas hoy por la mañana con mi mamá y concluír lo que mi lavadora se negó a hacer.
- El sopor después de la comida. No me digan que no. Todos hemos sentido una tremenda güeva después de comer. Eso es feo, y me hace recordar mi estado de cruda permanente durante los primeros dos meses de mi embarazo. Deberían pensar en los centros de trabajo, en acondicionar un área bajo el escritorio a fin de echar una ligera siestecita después de la hora de la comida, esto con el fin de que los trabajadores se incorporen a sus actividades con disposición y prontitud, luego de un sueño reparador.
Creo que por hoy es todo. Invito a mis escasos lectores a que hagan el mismo ejercicio y expresen en éste, su blog, sus inconformidades. Puede quejarse de la casa, la mugre, el marido, los hijos, e incluso, hasta mentarle la madre al jefe que al cabo no se da cuenta, claro, esto mientras cooperen con una servidora con una módica suma de dinero porque entonces, se puede enterar de su sentir por purititita casualidad.
¡Adelante!
6 comentarios:
Ahi ta ranita
http://www.sitiohispano.com/signos/caracteristicas/leo.htm
Me dejaste sin palabras....(y eso que ahora era el momento para las quejas!!) :)
Yo tengo una queja. Que es eso de que echaste la ropa mojada en un bote para llevartelas con tu mama despues? Tu mama que culpa tiene? Y que fue de los tendederos? Acaso ya no crees en ellos? Aqui yo todavia tinedo ropa aunque el Gringo me diga "pero ahi esta la secadora" Me vale. asi me criaron.
Por otra parte, me voy a quejar (aunque ya es miercoles) de mi hijastra, la cual he llegado a la conclusion de que nomas no me cae bien. lo siento. Ayer hize comida china (deliciosa, no por nada) y prefirio largarse a su cuarto son cenar. Mi culpa por no hacerle sopa Marruchan como a ella le gusta.... mejor le paro, capaz que me da un infarto.
Mire mi Gwen, eso pasa por tratar de ser una madre abnegada. Seguramente la criatura está acostumbrada a tragar pura cochinada. Para la próxima prepárele su sopa Maruchan para que deje de estar chingando.
Gwendi, cuando le prepares comida a la jija del gringo especifícale que la hiciste a su faken estilo para consentirla, pero que te gustaría que de vez en cuando comiera los alimentos nutritivos que tú preparas. Al fin y al cabo los haces con ingredientes gringos, ¿en qué puede variar el pinche sabor sintético? El otro día pedí una ensalada en un restaurant (en El Paso) y ¡guácala!, los rábanos no sabían a nada, la lechuga sabía a hoja de cuaderno de doble raya, etc.
Mi queja de hoy.
Caray,
Tuve un buen día de trabajo.
El sexo estuvo fenomenal.
El sushi me quedó riquísimo.
Los maestros de la zona apoyaron mis mociones.
Darío está en el cuadro de honor.
Alex está jugando suave al fútbol.
El Fede me acaba de hablar nomás porque sí.
Hoy no tengo de qué quejarme. Sorry.
Pero ni crean que se me va a hacer costumbre.
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