martes, enero 07, 2014

Reclusión y pesar.

Sigo aquí en mi búnker, pero ahora mi desesperación se profundiza con la pena de mi hermano que esta hospitalizado.  Una trombosis cerebral que le ha dejado medio cuerpo paralizado y con su capacidad de habla muy mermada por lo que la comunicación es prácticamente imposible.

Por fortuna, su condición es menos grave de lo su nombre aparenta pues de acuerdo lo que nos dijeron los doctores se podrá recuperar hasta el punto de llevar una vida normal, casi igual que antes del ataque.  Sin embargo, será un proceso lento y complicado, sobre todo porque los seres humanos nos oponemos a depender de las demás personas y además su carácter es por decir lo menos, difícil.  A pesar de todo doy gracias a Dios porque está con nosotros y porque los pronósticos son positivos.

Así cómo le dije a mi mama cuando nos avisaron lo ocurrido en la madrugada del lunes: "Mama, no te lo lleves.  Nos hace falta y sobre todo, a sus hijos".  Creo que sí me escucho.

Por desgracia, no puedo decir lo mismo del estatus de mi baño.  Se me hace que los señores utilizan la estrategia de Penélope la de "La Odisea", pues creo que ponen dos piezas de cerámica y quitan tres.  En cuatro días de trabajo no llevan ni la mitad del proyecto ¡ah, pero eso si! El chisme a todo lo que da.

Hoy de plano le pregunte al hombre que para cuando acabában y me dijo muy mono: "pues yo creo que nos vamos a echar toda la semana, porque han salido muchos detalles y además el día no rinde" ¡pues como chingados le va a rendir! Si llegan a las 10 de la mañana se van a los 4 y media! ponen una pieza de cerámica en dos horas.

Hasta eso, se está viendo mono y ahora se ha visto más avancé.  Prometo publicar una foto cuando ya todo este terminado.

Por lo pronto, me levanto de mi descanso obligado para preparar los sagrados alimentos para mi viejos y para mi.

No hay comentarios.: