jueves, enero 16, 2014

Y me volví a enamorar...

Era una tarde fría, de hecho creo que fue una de las tardes más frías de ese invierno.  No podía esperar a conocerlo y finalmente develar el misterio cómo sería su apariencia aunque de algo estaba segura... sería absolutamente guapo.

Estaba ansiosa, pero en el fondo muy tranquila porque ya tenía la experiencia anterior de un encuentro similar, aunque en realidad en aquella ocasión no estaba del todo consciente por efecto de algún fármaco.  En fin; llegué puntual a la cita, rodeada de muchas personas cuyo trabajo era atenderme únicamente a mí, al menos en ese momento.  En ese lugar designado exclusivamente para nuestro encuentro por fin llegó el momento, estaba deseperada por verlo: ¿cómo sería su cara? ¿sus ojos? ¿su boca? ¿tendría cabello?

Y así, de manera inesperada llegó.  Primero lo escuché y alguien de los presentes sólo me dijo que era hermoso.  Finalmente lo pude ver y realmente, quién hablo sobre su belleza se quedó corto.  Era guapísimo: robusto, blanco y con unos ojos grandes bien abiertos, igual de grandes que los míos, por algo es mi hijo.

Hoy hace 6 años de ese primer encuentro que marcó mi vida y me demostró que me puedo volver a enamorar una vez más.  Un 16 de enero de 2008 llegó a mi existencia otro ser perfecto lleno de alegría, impetú, inteligencia, simpatía, amor, creatividad, sensibilidad y un montón de cosas que me faltan por descubrir porque realmente me sorprende de lo que es capaz mi amado Gael.  Llegó al mundo con los ojos bien abiertos, con determinación, demostrando su avidez por captarlo todo, por entenderlo todo y por saberlo todo.  Al contrario de su hermano mayor, empezó a hablar muy pequeño desde entonces no ha parado.  Cuestiona todo y no logra quedarse callado más de 9 segundos, pero eso sin duda, es un reflejo de su gran inteligencia y su magnífica personalidad que se ve enmarcada por una HERMOSA cabellera cubierta de rizos dorados.

Me encanta ver lo que es capaz de crear, me maravilla su imaginación y su talento para dibujar y para
construír una fortaleza, una pista de carreras, una casa o una mansión embrujada con tan solo unos bloques de juguete, unos utensilios de cocina y algunos carritos a escala, de los que por cierto, es asiduo fanático aunque prefiere los autos de verdad, sobre todo los deportivos y sueña con que compremos un auto para pintarle unas llamas a cada lado.

Cuando llegó Gael, finalmente sentí que mi familia estaba completa y nos enseño a otro de mis grandes amores, mi Pollo y a mí, que cuando nace tu segundo hijo el amor no se divide, sino que se multiplica.

Hoy sigo sorprendiéndome de los regalos que me ha dado la vida, de la dicha de conocer mi descendencia envuelta en dos pedacitos de carne y hueso; uno más hueso que carne y otro más "chinos" que carne y hueso.  Agradezco a Dios por haberme prestado a estos bellísimos hijos llenos de salud que han implicado sí muchos retos, pero que me han llenado más de orgullos, satisfacciones, emociones, alegrías, risas, sorpresas y sobre todo, de amor.

Hoy en tu cumpleaños Gael quiero felicitarte y darte las gracias por hacer de mí una mejor persona, porque contigo supe que la maternidad no hay que tomársela tan en serio y porque sobre todo, me has enseñado a darme cuenta de que debo disfrutar cada momento a su lado.  Te amo y que este sea uno de más de muchos cumpleaños que espero en Dios, podamos pasar juntos.  Con amor, tu mamá.





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