¡¡¡Noticiaaaas!!! ¡¡¡Noticiaaaas!!!

Hola mis estimados lectores:

Este fin de semana ocurrieron varias cosas que vale la pena contar por este medio.

1. Mi vecina limpio el frente de su casa. Este hecho es algo completamente insólito. Las amas de casa sabrán y las que aún no lo son lo habrán oido de labios de su madre, que se puede tolerar e inclusive acostumbrar a compartir la vida con vecinos ruidosos, pachangueros, borrachos, odiosos, etc. Pero creo que no hay nada peor que una vecina o un vecino marrano. Pues bien, yo tengo un ejemplar junto a mi casa. Y no es una vecina fodonga o medio sucia, es un marrano bien hecho. Para empezar tiene el frente de su casa con sendas matotas de hierba mala. Luego, jamás la he visto barrer ni por error el frente de su casa y luego, cuelga la basura en el poste de teléfono que se encuentra entre su casa y mi casa. Los de la basura ni por error se ponen a descolgar las bolsas que penden, si no que las jalan y en muchas ocasiones, si no es que siempre, la bolsa se rompe dejando regado por todo su trayecto hacia el camión, restos de comida, cascarones de huevo, papeles, envases, etc. Ella por supuesto, jamás se toma la molestia de recoger su porquería y todo su marranero. El sábado pude ver entre sus desperdicios una lechuga completamente podrida, cascarones de huevo, guayabas echadas a perder y un envase de vitalinea. Pues el caso es que ayer se puso a limpiar la muy puerca. Pollo y yo quedamos asombrados y se nota que la mona no tiene la menor idea de lo que es barrer la calle porque se le ocurrió limpiar con el aire así como estaba.
2. Mis achaques comienzan a ceder. Despues de vivir un buen tiempo en un estado de cruda permanente, por fin las molestias del embarazo comienzan a disminuir. El sábado pude sobrevivir más de doce horas sin la necesidad de la pastilla antigúacara que me recetó mi hermano el dotorcito. Desayuné un rico huevo con jamón. Además el mismo sábado, bueno ya era domingo, resistí hasta las 3:30 a.m. en la pre-posada del Club de los Furgones (Amigos de Pollo). Espero pronto sentirme mucho mejor.
3. Búsqueda navideña. Ayer estuvimos buscando en varios lugares de la ciudad arbolito para nuestra casa. No encontramos ninguno que nos convenciera. Bueno, fuimos a Woolworth donde yo le aseguré al Pollo que ibamos a encontrar una gran variedad de artículos navideños pues cuando yo solía ser productora de un programa de TV, compré un arbol para mi programa en ese sitio y había desde los árboles para escritorio, hasta unos grandotes, grandotes. ¡Ja! no había nada más que tres mesas con luces, esferas y guías. En Soriana encontramos unos que estaban raquiticos y que además tenía uno que armar rama por rama. Por cierto, no tenía ninguno en exhibición y tuvimos que abrir las cajas. Ya habíamos visto unos en Wal Mart, pero como que no nos agradaron del todo. Esta semana tendremos que hacer una búsqueda intensiva para encontrar el arbol idial.
4. La tentación me venció. No pude contenerlo y mi deseo pudo más que mi razón. Lo vi, cómo hermoso y reluciente se erguía de entre la oscuridad que se encontraba alrededor. Lo tomé entre mis manos, lo acaricié y me parecía más hermoso. Puedo jurar que en algún momento lo apreté y Pollo no hizo más que sorprenderse un poco de la vehemencia con la que yo lo tomaba. Cuando mi pensamiento me decía, no lo hagas; mi corazón me decía, ¿qué esperas para hacerlo? es algo que te gusta, lo disfrutas y sobre todo lo deseas. En algún momento estuve resuelta a olvidar el placer que me iba a brindar, pero un impulso me obligo a tomarlo y a perderlo todo. Me dejé llevar por mi instinto. Compré el CD de "El Violinista en el Tejado" del nuevo montaje donde Alfred Molina es el Tevye el lechero. Está chido, pero como que ya me había acostumbrado al sonido del Soundtrack de la cinta estelarizada por Topol. Sin embargo, la calidad vocal de los monos de este nuevo montaje es superior, a excepción del protagonista, me sigo quedando con Topol. Ampliamente recomendable.