Después de una larga semana de vacaciones laborales heme aqui de vuelta. Una promesa que hice en este inicio de año es ya no despotricar ni hablar improperios acerca de mi labor y lo patético que es mi salario en comparación a la responsabilidad que tengo. Así que empezaré este año agradeciendo a Dios porque tengo un trabajo y mas aún, agradeciendo que es un empleo estable. Ya muchos quisieran estar en mi lugar y saber que aunque poco, cuentan con un dinero seguro cada quince días.
Todo mundo a mi retorno me ha preguntado si descansé. Se puede decir que entre azul y buenas noches. Lunes y Martes me la pasé bien chidote, viendo TV y leyendo el libro que me regalaron en el intercambio de aqui de mi work. Pero el miércoles empezó mi calvario. Fueron a instalarme el piso y la casa se me convirtió en un desmadre completo. Sobra decir que entre miércoles y viernes no tuve oportunidad de recostarme ni un solo instante mas que para cuando llegó la hora de ir a dormir. Por cierto, que no dormí bien porque entre las almohadas y la cama ajenas (dormimos en casa de mi suegra) estuve vuelta y vuelta toda la noche.
Pero ahora si mi casa comienza a tomar forma, bueno no por completo porque aunque los muebles están en su lugar, la ropa y demás cositas disque decorativas, no.
A continuación les hago un breve reporte de las actividades y datos curiosos que me ocurrieron durante estas vacaciones.
Navidá, Navidá
La cena de Nochebuena estuvo muy chida. No sólo por la comida sino porque mis hermanos estuvieron de lo más amenos y por primera vez en muchas reuniones, no salieron agarrados del chongo uno con otro. Estuvimos en casa de mi mamá hasta las 3 de la mañana. El Pollo se puso bastante alegre y al día siguiente amaneció con cierta resaca que rápidamente se curó con un clamato con cerveza acompañado de una torta de pierna de puerco. De esta manera, mis hermanos y él comenzaron a ingerir refrescos de cebada mientras jugaban una partidita de dominó.
Veía a todos mis sobrinos jugar con sus cosillas que les trajo el Santa Claus, aunque la gran mayoría de ellos se hacen patos y conocen a la perfección la verdadera identidad de este personaje, de todas formas estuvieron jugando con singular alegría. Por cierto, a Abril le trajo una muñeca que trae corral, portabebé y carreola a la que pronto bautizó con el nombre de "Florecita". Y también le trajo un carro de esos que tiene que armar el Santa Claus y que traen su instructivo con indicaciones como "La pieza A se inserta en la pieza B, y luego se ensambla a la pieza C." Cuando el Santa Claus se dió la tarea de armar el mencionado vehículo advirtió que faltaba la pieza "O" que resultó ser un tubo en el que iban insertadas las llantas de atrás. Entonces le dijimos a mi hermano que buscara en el vehículo que nos transportó Chihuahua-El Paso-Chihuahua a ver si no estaba ahi y dijo que según él hasta levantó los asientos y no había encontrado el mentado tubo.
Entonces me dije a mi misma "se me hace que no venía" pero luego en un "flashback" tipo película recordé que yo con mis delicadas manitas había puesto ese tubo junto con otras piezas en el interior del vehículo. Y después de esta iluminación, mi cuñado reafirmó la existencia de ese tubo cuando dijo "Yo lo vi debajo del asiento de atrás". Si me lo hubiera dicho cualquier otra persona hubiera dudado un poco de la presencia de la mentada pieza, sin embargo, si mi cuñado quién suele ser una persona muy, no muy, sumamente distraída, se percató de la existencia del mismo quería decir que no eran alucinaciones mias. Más tardamos en abrir la camioneta, cerrar la puerta porque iba a pasar otro carro y no cabía por la calle, y luego volver a abrirla. Que lo que tardé en encontrar el tubo sin necesidad de mayor movimiento que inclinar mi cabeza sólo un poco hacia la derecha. Y eso que mi hermano hasta levantó los asientos para buscarlo.
La Riunión
Chida estuvo la reunión con los compillas del tiatro. Pura gente entrañable aunque se extrañaron la Gwen y Safa, pero sobre todo a mi adorada Marisol (Lo siento, aún no lo supero). Después del recalentado en casa de mi Amá, nos fuimos a dormir un rato a la casa porque andábamos medio cansadones. Era una leve pestaña para recobrar fuerzas para continuar la fiesta pero nada, nos quedamos en la más completa de las jetas. Si no es por el Tilín que me marcó al celular yo ni cuenta. Ya después de la despabilada llegamos dispuestos a pasar un buen rato, y vaya que estuvo cool. Comimos, bebimos y cantamos. Nos tomamos fotos hasta que llegó la hora de largarnos.
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